Con la esperanza de pasar a formar parte del mundo laboral y dejar atrás un pasado delictivo un grupo de once mujeres privadas de libertad se encuentran realizando un taller de manipulación de alimentos en el Centro de Detención Preventiva (CDP) de Quillota.
La capacitación, a cargo de Fabián Barrera, comenzó la primera semana de febrero y se extenderá hasta el mes de abril, cuando las reclusas sean certificadas.
El relator detalló que “la idea del curso es que las chicas aprendan a identificar todas las técnicas en las cuales se involucra cualquier tipo de manipulación que se refiera al área gastronómica. Se le están entregando técnicas para evitar que el día de mañana vayan a cometer algún tipo de contagio alimentario. Nos hemos dado cuenta que el 60 por ciento del ausentismo laboral hoy, en Chile, se debe a intoxicación alimentaria”, expresó Barrera.
“Tengo dos alumnas que son madres, ellas tienen que realizar necesariamente el trabajo de alimentar a sus hijos y se han dado cuenta que habían ciertas acciones que eran indebidas y que no las sabían identificar. Gracias a este curso toman todas las medidas precautorias y se están asegurando que los alimentos que reciban sus hijos estén limpios y eso evita enfermedades que se dan producto de la alimentación”, afirmó Barrera.
Fútbol Laboral
Las opciones laborales que se abren gracias a este curso, que se efectúa en dependencias de la población femenina, fueron destacadas por el jefe de la unidad penal, teniente coronel Claudio Carrasco Medina.
“Esto va en franca ayuda de la población penal femenina, quienes están teniendo un curso de capacitación. Este les va a servir para cuando egresen del sistema penitenciario y como trabajo y así generar ingresos para sus familias”.
Lo positivo de la iniciativa es compartida por las alumnas del taller. Este es el caso de Yesenia Álvarez Pérez, quien destacó que “es una súper buena experiencia porque nos da motivación para no seguir delinquiendo y día a día vamos aprendiendo cosas nuevas, cosas que antes no estaban a nuestro alcance y ahora sí gracias al taller. Día a día lo (aprendido lo) estamos llevando a la práctica, entonces lo hacemos parte de nuestras vidas”.
“Me ha parecido que es algo importante para todas nosotras. En la calle quería hacerlo, pero aquí se me dio la posibilidad y es maravilloso. Me parece bien que nos ayude Gendarmería y el área técnica, que está atrás de todo esto”, sostuvo Graciela Caballería, una de las alumnas que espera seguir realizando cursos similares.
Población Masculina
Por su parte internos de la unidad participaron, desde agosto del 2018 a enero de este año, en el taller de electricidad domiciliaria que impartió la OTEC Asociación de Capacitación Juvenil Boreal. De esta manera y luego de 298 horas teóricas y prácticas, se certificarán 13 privados de libertad.