Un importante legado para el país dejaron los 109 jóvenes que durante sus vacaciones de invierno trabajaron de manera voluntaria en la conservación ambiental y el mejoramiento de la infraestructura del Parque Nacional La Campana, entorno natural situado entre las comunas de Olmué e Hijuelas, que desde el año 1984 ostenta la condición de Reserva de la Biósfera. Esto, en el marco del programa “Vive tus Parques”, que desarrollan en conjunto CONAF e INJUV, con el objetivo de dar a conocer y preservar el patrimonio natural chileno.
Al respecto, el director regional subrogante y jefe del departamento de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF Valparaíso, Claudio Ilabaca, explicó que en los sectores de Granizo y Cajón Grande (Olmué), los voluntarios instalaron 15 escalones y 15 barandas para mitigar la erosión del sendero El Andinista (el más visitado de la unidad, con un promedio anual de más de 20 mil personas), restauraron el mirador Balmaceda, construyeron e implementaron diez paletas de kilometraje vehicular, mejoraron el domo de investigación científica con material aislante, lijaron y pintaron 23 mesas y el módulo sanitario del sitio El Arenal; en Ocoa (Hijuelas), en tanto, plantaron 50 palmas chilenas, construyeron un cerco de 300 metros lineales para evitar el ingreso de animales al espacio de reforestación, y extrajeron manualmente brotes de zarzamoras (especie exótica invasora) en cinco focos.
“En estas labores participaron jóvenes de entre 18 y 29 años de edad, no solamente de la región de Valparaíso, sino también de la Metropolitana, Aysén, Los Lagos y Magallanes. Además, a través de la Alianza del Pacífico, vinieron representantes de Perú, México y Colombia, quienes tuvieron un desempeño realmente importante dentro de esta actividad”, desglosó.
Por su parte, el administrador del Parque Nacional La Campana, Christian Díaz, resaltó que para prevenir accidentes o daño al entorno, entre guardaparques y voluntarios “la interacción fue permanente durante todo el proceso”, pues de manera conjunta, en base a reuniones y charlas técnicas, tanto dentro como fuera del terreno a intervenir, definieron “las actividades a desarrollar, la distribución de los campamentos y cómo ejecutar cada una de las obras”.
Agregó que las labores se llevaron a cabo ad portas del período en que ingresa un mayor número de personas a este “pulmón verde”, que comienza en septiembre de este año y culmina en febrero del próximo –coincidentemente con la reapertura del sendero El Andinista y el aumento de las temperaturas-, con un promedio mensual de alrededor de siete mil visitantes.
Cabe consignar que sólo una persona resultó con lesiones menores durante las faenas. Se trató de una joven colombiana que se desempeñaba en el sector de Ocoa, quien pisó un clavo y, tras recibir la atención médica correspondiente, pudo regresar el mismo día del accidente a su campamento.