Actualmente existe una gran preocupación por el notorio retraso de las obras del nuevo Hospital Gustavo Fricke en Viña del Mar, el cual debió ser entregado a fines del 2016, pero prácticamente lleva dos años de demora. Una situación compleja y de alto impacto en la red de atención de la salud pública V Región.
Sin embargo, para el consejero regional más grave aún es que, incluso terminada la primera parte con el plazo extendido, eso no asegura un correcto funcionamiento del recinto asistencial, pues erróneamente, en su momento, se decidió separar el proyecto en dos etapas. La primera con un retraso evidente y la segunda ni siquiera aparece en el mapa.«Por lo mismo le hago un llamado al Ministro de Salud a que realice este año la licitación de la segunda etapa del Hospital Gustavo Fricke y en paralelo incorpore los recursos en la Ley de presupuesto 2019, para poder iniciar las obras de la segunda torre el próximo año. No tiene que esperar que concluyan los trabajos de la primera fase, lo que importa a la comunidad es tener el hospital completo funcionando en su normalidad. Hasta ahora no hay un sólo peso para las obras que contempla la segunda fase del Fricke, por eso que hago el llamado», indicó Millones.
El consejero regional recordó que la segunda etapa del hospital incluye cerca 190 camas críticas y de hospitalización, más la construcción del Consultorio de Especialidades, unidad clave para la red de salud, a esto se suman áreas de hospitalización, neonatológica, pediátrica, servicios de la mujer, salud mental, paciente crítico infantil, áreas administrativas e incluso un jardín infantil. Vale decir, zonas de gran impacto para los pacientes y comunidad en general.
Otro de los temas que preocupan al presidente de la comisión de patrimonio de Core, es saber si la segunda etapa del Fricke considerará levantar una nueva torre o demoler las antiguas instalaciones del edificio patrimonial, lo cual seguramente generará otro debate.
Para finalizar, Millones puntualizó que no se puede olvidar la serie de desaciertos que ha tenido el proyecto. Desde problemas en la licitación, innumerables paralizaciones de obra, separar la iniciativa en dos partes y hasta la errática valorización del metro cuadrado, entre varios otros. Lo peor, según el consejero es que muchas de las autoridades que estuvieron en el proceso, aún continúan en sus puestos, tanto a nivel de dirección como en la unidad de inversiones y ellos jamás sancionaron a la empresa con las multas que estableció la Contraloría, motivo por el cual incluso se podría estar hablando de negligencia.