En enero del presente año, la Municipalidad de Quilpué, con su alcalde Mauricio Viñambres, dió a conocer un congelamiento que buscaba frenar el incremento en la construcción de edificios tanto en Quilpué como en El Belloto. Tal congelamiento se encontraba operativo desde ese mes y sólo se mantendría vigente durante 3 meses.
Para poder extender este decreto la municipalidad intentó postergar el congelamiento mediante 3 resoluciones exentas, sin embargo, según lo señalado por la Contraloría Regional de Valparaíso, estos documentos jamás tuvieron un efecto jurídico, constituyéndose así un grave error administrativo por parte de la Municipalidad de Quilpué y el Seremi Minvu.
Sobre la situación, la consejera regional Valeria Melipillán, destacó la gravedad de el error, indicando que “el actuar negligente de las autoridades respecto del proceso de congelamiento nos sitúa en una posición de absoluta indefensión frente al avance de las inmobiliarias, quienes desde enero a la fecha han ingresado una gran cantidad de proyectos y anteproyectos”.
La core, representante de la provincia de Marga Marga, señaló que “el problema de que no exista el congelamiento es que el proceso automáticamente se empaña, pues la idea del congelamiento es colocar un cortafuegos ante cualquier posible aprovechamiento de grupos de interés económico e inmobiliario sobre la ciudad mientras se modifica el Plano Regulador Comunal (PRC). Esta situación debe ser asegurada por el Alcalde Viñambres como responsable político de la modificación, algo que no ocurrió y que lamentamos profundamente”.
Asimismo, indicó que “según los datos que estamos barajando, desde enero hasta agosto del presente año, han ingresado cerca de 30 anteproyectos y proyectos a la DOM para su aprobación. Esto totaliza una oferta inmobiliaria y comercial entorno a 7000 nuevos departamentos distribuidos en 135 edificios y otras construcciones, en plena modificación del PRC”.
Además, agregó que “el 75% de estos departamentos fueron ingresados entre Mayo y Junio, período donde el congelamiento inicial debía ser renovado y que por errores administrativos graves no pudieron concretarse desde la Seremi Minvu. Al final del día, nos encontramos con un congelamiento que fue letra muerta y que permitió un avance feroz de las inmobiliarias en la ciudad”.