La época estival invita a niños, adolescentes y adultos a disfrutar del agua en piscinas, playas, lagos y ríos. Sin embargo, la exposición prolongada puede generar problemas en los oídos si no se toman las precauciones adecuadas.
Camilo Vargas, director de Carrera de Fonoaudiología de UDLA Sede Viña del Mar, comenta que el contacto constante con el agua aumenta la posibilidad de que el oído retenga humedad, factor que junto con las altas temperaturas podría causar la aparición de infecciones. «El agua no es el problema por sí misma, pero si está sucia, contaminada o el conducto auditivo permanece húmedo por un tiempo prolongado, se convierte en un ambiente propicio para bacterias e infecciones», dice.
El académico explica que el oído es una estructura que permanecerá sana cuando se conservan condiciones adecuadas de temperatura y humedad, si tiene cerumen que protege el canal auditivo de cuerpos extraños y bacterias, y también si el tímpano, membrana que separa la parte externa y media del oído, se encuentra en buenas condiciones.
Sin embargo, el agua de piscina o mar podrían alterar estas condiciones y favorecer la aparición de enfermedades como la otitis externa, común entre nadadores y niños de 5 a 12 años. La presencia de dolor en el oído o sensibilidad al masticar, pueden ser indicadores de un problema , motivo por el que debe acudirse a un médico especialista para evaluar y determinar si se requiere de un tratamiento más detallado, advierte el fonoaudiólogo.
Para prevenir complicaciones, Camilo Vargas aconseja el uso de elementos de protección para el agua, como gorros de baño y tapones auditivos ajustados a la medida de cada persona. Además, secar correctamente el oído tras el contacto con el agua es fundamental.
“Si entra agua al oído, lo más importante es asegurarse de secarlo, primero toda la oreja y luego el conducto auditivo. Esto debe hacerse apenas salga la persona del agua y realizarlo más de una vez si es necesario. También es importante recalcar que no se recomienda el uso de cotonitos porque pueden generar una lesión local que facilita el desarrollo de una infección. Se debe recordar que el cerumen es necesario para mantener el ph del conducto auditivo, por lo que no se aconseja retirarlo por completo”, explica.
Recomendaciones para cuando entra agua al oído:
- Después del baño, inclinar la cabeza hacia ambos lados para facilitar la salida del agua atrapada. Tirar suavemente del lóbulo para ayudar a drenar el líquido.
- Evitar movimientos bruscos y no golpear la cabeza ni introducir objetos para retirar el agua.