Cerca de las tres de la madrugada David Arrué y Ariel Torres empiezan cada día su jornada laboral como pescadores en la Caleta Portales de Valparaíso. Ahí se mueven entre embarcaciones, espineles, anzuelos y merluzas, pero cada miércoles, viernes y sábado, tras salir de la caleta, almuerzan y continúan su jornada hasta las diez y media de la noche como estudiantes de primer año de la carrera de técnico en administración de empresas en el instituto AIEP de la ciudad puerto.
Ambos son parte de la primera generación de 54 pescadores y pescadoras artesanales becados a nivel nacional por el Indespa -Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala-, para cursar estudios en administración que les permitan apoyar y mejorar la gestión comercial de las organizaciones donde se desempeñan.
“Ha sido gratificante volver a estudiar, yo salí de la enseñanza media el 2004. Hace 18 años fue la última vez que estudié. Ha sido súper entretenido, ha costado un poquito adaptarse a la modalidad de estudio, pero estoy muy contento con esta oportunidad”, dice David Arrué. “Nosotros vamos a trabajar en la madrugada y después llegamos a estudiar, las primeras semanas costó organizar, pero ahora me hago una rutina de estudios de una o dos horas, depende de qué tanto tiempo libre tenga… aunque a la larga el cuerpo igual pasa la cuenta”, precisa el pescador de 36 años.
A través de esta beca, los pescadores -dos de un total de cuatro beneficiados en Valparaíso, Juan Fernández y San Antonio-, cuentan con financiamiento para la matrícula y el arancel de cuatro semestres, junto con la compra de un notebook y conexión a internet para desarrollar sus clases. Una vez egresados, el compromiso de la beca es que puedan prestar servicio al menos por un año en su caleta base con el fin de potenciar el desarrollo productivo del lugar.
Al igual que David, Ariel Torres celebra la experiencia como estudiante. “Ha sido muy buena hasta el momento, yo llevaba alrededor de siete u ocho años sin poder estudiar… La relación con nuestros compañeros es excelente además, todos trabajamos y estudiamos…nos hemos sentido bastante acogidos y nos ha ido bastante bien en lo que va del año. Por el momento estamos en materias de economía y administración básica. Por suerte me eximí de algunos ramos, como lenguaje y también inglés, así que la carga se me achicó”, señala.
En la modalidad para estudiantes trabajadores, ambos pescadores son parte de un grupo de 25 alumnas y alumnos que cursan la carrera en horario vespertino, como explica David. “Yo no había tenido oportunidad de estudiar y volver a hacerlo es empezar de cero. Trabajo en la caleta Portales en la pesquería de la merluza y de vez en cuando salimos a la reineta, la jibia y sierra, que está desaparecida hace casi dos años… soy asiduo a leer libros, ahora es con otro fin, poder terminar la carrera y salir súper bien”, dice entusiasta el pescador.
Para Ariel, en tanto, volver al aula ha sido una rutina no exenta de dificultades sobre todo por el tiempo. “Estudiar y hacer las pruebas ocupa harto tiempo, pero es cosa de saber conciliar y organizarse. Tengo harto apoyo en el grupo familiar, así que he podido ordenar los horarios y seguir surgiendo en base a los estudios con esta beca, para ser un buen profesional y poder ayudar a los pescadores con este conocimiento”, concluye el pescador.
Por medio de esta beca, Indespa apoya a las y los 54 becados del país con financiamiento para cubrir la matrícula y el total del arancel de cuatro semestres, una vez aprobado el 80 por ciento de las asignaturas de cada semestre, y les entrega además un notebook con conexión a internet para que puedan desarrollar debidamente sus clases.