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De acuerdo con la última Encuesta de Expectativas Económicas (EEE), publicada el 10 de marzo por el Banco Central de Chile, analistas del mercado nacional proyectan que la economía chilena tendrá un crecimiento del 2% al cierre del presente año, y del 1,5% en 2023. Estas cifras se encuentran por debajo de lo que proyectó el Gobierno anterior que entregó pronósticos de 3,5% para el PIB del 2022. Esto genera una serie de consecuencias para la mayoría millones de chilenos que tendrán que “apretarse el bolsillo” nuevamente, y buscar alternativas para ahorrar en un año en que las ayudas estatales como fue el año pasado con el IFE ya no existen y el alza de la inflación eleva aún más el costo de la vida.
En este contexto es que las cuentas de los servicios básicos son relevantes en el presupuesto de las personas, sobre todo considerando que en otoño e invierno las cuentas de la luz aumentan por los horarios punta de consumo. A raíz de esto, es que la diputada RN, Camila Flores, solicitó –formalmente- al Gobierno la suspensión de la medición de horario de alto consumo de electricidad en la tarde-noche, y el recargo por energía adicional en las estaciones del año con menores temperaturas y que son más oscuras en la noche por el cambio de hora.
“Le pido al Gobierno que suspenda los horarios punta en los cobros de la cuenta de electricidad, tal como se hizo el año pasado a raíz de la pandemia que aún continúa en nuestro país. Es necesario extender nuevamente esta medida considerando el contexto nacional de nuestra economía y todo lo que está ocurriendo a nivel mundial con el conflicto en Ucrania, que está repercutiendo en los precios de las bencinas y otras materias primas como el trigo, lo que afecta el bolsillo de los chilenos que la vienen pasando mal desde el estallido delictual hasta la actualidad con la crisis sanitaria”, afirmó Flores.
La congresista por la Región de Valparaíso propone al Ejecutivo colocar énfasis en la planificación de políticas sociales de Estado que perduren en el tiempo y que ayuden a la clase media durante este periodo de crisis. “Por ejemplo, las empresas sanitarias y eléctricas suscribieron un convenio en el inicio de la llegada del covid para evitar el corte del suministro ante no pago, y estas boletas atrasadas se podrían reprogramar en 12 meses, hecho que después se convirtió en una legislación que estuvo vigente hasta el 31 de diciembre de 2021, plazo que fue nuevamente renovado de forma extraordinaria hasta el 31 de enero del presente año. Se podría reevaluar la factibilidad de continuar con esta medida por todo el 2022 o hasta que se supere la pandemia”.
Cabe consignar que las “Horas Punta” son aquellas en las que el sistema eléctrico presenta sus mayores niveles de consumo. Históricamente estas han correspondido al período comprendido entre las 18 a 22 horas, entre abril y septiembre, exceptuando sábados, domingos y festivos. El control de demanda en horas de punta entrega una señal de precio en períodos de mayor exigencia del sistema para que los clientes racionalicen su consumo eléctrico y cuiden mejor el recurso.
