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El diputado socialista Marcelo Díaz se reunió con dos expertos en emergencias e identificación de zonas de alto riesgo, más con una docena de dirigentes vecinales de Viña del Mar y Valparaíso, con el fin de cruzar información respecto de las actuales condiciones de habitabilidad en que se encuentran los barrios de la parte alta de ambas comunas, a un mes que partió la temporada de incendios forestales en la región.
El encuentro se realizó en el Congreso Nacional y en la oportunidad los asistentes establecieron una alianza para evitar desastres como el ocurrido en la Ciudad Puerto el 12 de abril del 2014, cuando incontrolables llamas dejaron a 3 mil personas damnificadas.
El parlamentario recibió, además de los representantes sociales, al director de la Escuela de Construcción Civil de la Universidad de Valparaíso, Uriel Padilla, y al ex director regional de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Guillermo de la Maza.
“Fue una reunión muy positiva, pues los dirigentes están muy comprometidos con esta alianza. También estuvieron Guillermo de la Maza, que por mucho tiempo fue el director regional de la Onemi, y el profesor Uriel Padilla, quien ha hecho investigaciones sobre zonas de riesgo y, de cierta forma, anticipó (por la prensa, el 2012) el megaincendio del 12 de abril de 2014”, expresó Marcelo Díaz.
Agregó que “hemos suscrito una alianza para trabajar socialmente en lo que respecta a la prevención y la formación. Lo que vamos a iniciar, y lo voy a repetir durante todo mi mandato parlamentario, es un esfuerzo de ir capacitando a los líderes ciudadanos sobre técnicas de prevención. Que sepan qué hacer al interior y exterior de su casa para evitar incendios. Que también conozcan cuáles son las exigencias que le pueden hacer a la autoridad para ir generando condiciones de seguridad y de prevención ante emergencias como incendios, terremotos, aluviones, lluvias inusuales, porque Valparaíso y Viña del Mar son zonas de riesgo; particularmente en los cerros”.
El diputado acusó que “al recorrer los cerros, uno percibe que las quebradas están llenas de basura, que no hubo desmalezamientos, que los árboles no se podaron, todos elementos de riesgo”.
Cadena de Trabajo
Díaz añadió que “se nos viene el verano y con él los riesgos por incendios, entonces lo que queremos hacer es crear una cadena de trabajo con los vecinos: que cien dirigentes vecinales de Valparaíso y Viña del Mar generen cien más, y así ojalá llegar a cinco mil, diez mil. Es decir: tener ciudadanos informados respecto de medidas de prevención frente a todo tipo de contingencia. Espero que el Gobierno nos acompañe en esta tarea”.
Consultado el diputado por el Distrito 7 si es factible avanzar en un proyecto de ley que endurezca las sanciones para quienes cometan incendios forestales, manifestó que “efectivamente, tenemos que actualizar la legislación en relación con esos delitos. Vamos a ver qué proyectos del ley podemos presentar. Sin embargo yo creo que en este tema hay un asunto más coyuntural, que tiene que ver con generar una política agresiva de erradicación de campamento con soluciones habitacionales definitivas, con urbanización”.
En tanto que Uriel Padilla, director de la Escuela de Construcción Civil de la Universidad de Valparaíso y magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, afirmó que “en la actualidad hay dos frentes posibles de origen de incendio: al interior de una vivienda o en la periferia, en la zona interfaz urbano-rural”.
En relación a si se podría repetir en la zona un incendio como el ocurrido el 12 de abril de 2014, aclaró que “de acuerdo a las condiciones, a la vegetación que ha ido creciendo, no podemos decir que no va a ocurrir, no lo podemos afirmar, pero en virtud a los acontecimientos del 2014, sí ha habido mejoras. Se han hecho ejercicios de identificación de zonas de riesgo”.
Para Padilla es vital “hacer una articulación con el Plan Regulador Comunal”, con el fin de evitar desastres urbanos provocados por el fuego. “Estos son instrumentos territoriales que tienen, en cierta medida, un valor para poder identificar estas zonas (de vegetación) de proximidad al área urbana, en donde, potencialmente, podrían generarse nuevos incendios”.
Aseveró que hoy las áreas más vulnerables a este tipo de emergencia “son aquellas donde hay vegetación (…) El cuidado y la prevención tienen que estar focalizados en los lugares donde se presenta alta concentración de viviendas, por ejemplo Placilla, Laguna Verde… Allí se deben tomar medidas, donde el Plano Regulador diga: ‘Ah, nótese, estamos cerca de una zona boscosa, por lo tanto hay que tener cortafuegos, grifos’”.
ONEMI
En tanto que Guillermo de la Maza admitió que “la forma más pura de hacer prevención es educar, porque ahí uno entrega conocimientos para razonar mejor. A partir del 2001, la Onemi trabajó en un Plan Integral de Seguridad Escolar para incorporar este conocimiento en la malla curricular de la educación parvularia, básica y media, con el propósito de generar una cultura preventiva. Cuando la gente sabe, se expone menos”.
“En lo concreto –sostuvo– cuando dirigí la Oficina Nacional de Emergencia, en Viña del Mar trabajamos, durante dos años, en una mesa técnica, que fue un proyecto financiado por la Unión Europea. En cuanto a Valparaíso, establecimos mesas de trabajo vinculantes con los planos reguladores. Lo que se pretendió en mi gestión como director regional de la Onemi fue trabajar con los directivos municipales. Se hizo una encuesta autoevaluativa, llamada Factores Subyacentes del Riesgo, para descubrir cómo se hace un trabajo con visiones integradas con distintos actores municipales”.
