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El mundo laboral está experimentando cambios significativos en términos de inclusión y diversidad, pero persisten desafíos como el edadismo, que se define como la discriminación laboral basada en la edad. Los datos del último informe trimestral del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) muestran algunas tendencias contradictorias en relación con este tema.
En primer lugar, es importante destacar que el segmento de la población ocupada de 55 años y más fue el que registró el mayor aumento en ocupación laboral, con un impresionante 6,5% en los últimos doce meses. Esto contradice la percepción común de que los trabajadores mayores enfrentan dificultades para encontrar empleo o avanzar en sus carreras. Estos resultados resaltan la importancia de reconocer y valorar la experiencia y el conocimiento acumulados a lo largo de los años.
Por otro lado, el segmento de 15 a 34 años también experimentó un aumento significativo, con un crecimiento del 3,8%. Esta cifra demuestra la vitalidad y el dinamismo de los jóvenes profesionales y la demanda que hay en el mercado laboral para su talento y habilidades. Sin embargo, estos números también plantean interrogantes sobre la posibilidad de que los trabajadores más jóvenes sean preferidos en detrimento de los más experimentados, debido a ciertos estereotipos y percepciones negativas sobre las capacidades de los mayores.
Al analizar los datos desglosados por género, surge una imagen interesante. Las mujeres ocupadas de 55 años y más fueron las que mostraron la mayor incidencia positiva de ocupación, con un crecimiento del 16% en doce meses. Este hallazgo desafía la narrativa común de que las mujeres mayores pueden enfrentar aún más barreras y prejuicios que sus contrapartes masculinas. Además, el segmento de 35 a 54 años también experimentó un aumento significativo del 4,8%, lo que subraya la importancia de valorar y aprovechar el talento y la experiencia de las mujeres en todas las etapas de sus carreras.
En cuanto a los hombres ocupados, los resultados sugieren una ligera preferencia por los más jóvenes. El tramo de edad de 15 a 34 años registró un aumento del 2,1%, mientras que el segmento de 55 años y más tuvo un ascenso del 1,0%. Estos datos plantean interrogantes sobre los sesgos de edad que pueden existir en la contratación y promoción de los hombres, así como sobre la necesidad de reconocer el potencial y el valor que los trabajadores de mayor edad pueden aportar a las organizaciones.
“Los datos del informe del último trimestre ponen de relieve la persistencia del edadismo en el mundo laboral. Aunque se observan avances positivos, en términos de inclusión de trabajadores de diferentes grupos de edad, todavía queda mucho por hacer para superar los estereotipos y prejuicios arraigados. Es esencial promover una cultura laboral que valore y aproveche el talento y la experiencia en todas las etapas de la vida profesional, independientemente de la edad. Solo así se logrará un entorno laboral verdaderamente inclusivo y equitativo”, comentó Ignacio Herreros Escudero, gerente general de la empresa de Reclutamiento y Selección Herreros Human Konsulting, líderes en el rubro en la región de Valparaíso.
