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Debido al eclipse solar que fue visible en una amplia zona del territorio nacional, durante los últimos días la astronomía estuvo en el centro del interés mediático.
Canales de televisión, radios, diarios y portales web desplegaron equipos en los sectores donde el fenómeno podía observarse de mejor forma, despertando un interés masivo por presenciar este eclipse e incluso motivando a miles de personas a acercarse hasta las zonas en donde se produciría la oscuridad total.
Y aunque es cierto que una inquietud tan generalizada por la astronomía sólo puede darse ante sucesos puntuales, mal podría decirse que esto solamente se trata de una moda y que la astrofísica pronto quedará relegada a universidades y observatorios.
Los datos dicen lo contrario y la Universidad de Valparaíso es un buen ejemplo de cómo el interés por la astronomía ha aumentado notoriamente en los últimos años.
A nivel de pregrado, los matriculados en la carrera de Licenciatura en Física mención Astronomía aumentaron casi un 30% en apenas dos años en la UV, pasando de 41 en 2017 a 53 este año. En este momento 141 estudiantes cursan la carrera en la UV, un 34% más que hace dos años.
Lo mismo ocurre en el postgrado, en el que la UV dicta un magíster y un doctorado en Astrofísica. Actualmente seis alumnos cursan el magíster y 17 el doctorado, lo cual es una cifra altísima para un programa de este tipo. A ellos se sumas los siete investigadores postdoctorales en Astrofísica que ha recibido la UV en los últimos tres años.
Pero no sólo hay más jóvenes interesados en estudiar Astronomía; también son estudiantes de excelencia los que están accediendo al pregrado. Otra vez la UV muestra cifras que refrendan lo anterior: ya en 2018 los puntajes de los primeros seleccionados superaban los 700 puntos ponderados y este año la tendencia fue aún más, con el primer matriculado exhibiendo 753 puntos ponderados, un rendimiento que le habría permitido postular casi a cualquier carrera y en cualquier universidad.
Eduardo Ibar, astrónomo del Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso (IFA UV) y director de los programas de Magíster y Doctorado en Astrofísica, valora esta nueva realidad: “Nos pone muy contentos el hecho de que los puntajes se estén incrementado, principalmente en la Universidad de Valparaíso. Eso refleja que nos estamos posicionando en el ámbito de la astronomía a nivel nacional y también regional”.
Capital mundial de la astronomía
Hay un hecho fundamental para el auge de la astronomía en Chile: la condición de capital mundial de esta disciplina que está adquiriendo el país.
Ibar lo explica así: “Quienes empiecen a estudiar Astronomía ahora están en un momento perfecto para poder hacer uso de las grandes infraestructuras que van a llegar en el futuro, principalmente el ELT y el GMT, los cuales van a estar en funcionamiento quizás cuando estos jóvenes terminen sus carreras. Tenemos un futuro creo que brillante y ojalá que en unos diez años más podamos ver los frutos que se puedan dar con estos estudiantes que están recién ingresando a la carrera”, expresó el académico.
Y esto ha despertado el interés de numerosos astrónomos de todo el mundo por venir a Chile. En 2017 la Sociedad Chilena de Astronomía (Sochias) estimaba en 350 los académicos, doctores y estudiantes de postgrados de Astrofísica. Hoy Conicyt dice que la comunidad astronómica residente en el país asciende al millar de personas y este incremento se justifica en gran medida por la llegada de gran cantidad de astrónomos y estudiantes extranjeros.
La UV es un gran ejemplo de este fenómeno, ya que en el cuerpo académico del IFA se cuentan una española, dos búlgaros, un escocés, una venezolana, una uruguaya, un francés, tres alemanes y una serbia. En total, once académicos foráneos de un claustro de 23.
En el postgrado la situación es similar, con estudiantes venidos de toda Latinoamérica, pero también de países tan lejanos como Senegal, Irán o Turquía.
También la UV es la única institución en Chile que tiene un Grupo Tándem en Astronomía con la prestigiosa Sociedad Max Planck de Alemania. Está centrado en el estudio de la formación de planetas, funciona en Valparaíso y es dirigido por el francés Johan Olofsson.
A todo ello se suma el gran esfuerzo de divulgación científica que el IFA realiza y que, entre otras iniciativas, se refleja en la instalación del telescopio Bochum en la comuna de Calle Larga (provincia de Los Andes), el único público en Chile; la muestra itinerante “El Universo Como Máquina del Tiempo”, que ha sido vista por varias decenas de miles de personas; y las Charlas Públicas de Astronomía que el primer lunes de cada mes se realizan desde hace una década en el Centro de Extensión UV y que ya cuentan más de cien jornadas.
