Refinería Aconcagua se llena de orgullo. Por primera vez, dos trabajadoras son parte de la Brigada de Respuesta a Emergencias (BRE) de la empresa, iniciativa que se enmarca en el compromiso de ENAP de avanzar hacia la igualdad de género en toda la organización, a través de una Política de Equidad de Género y de Conciliación de la Vida Laboral, Familiar y Personal, y que se ha traducido en la incorporación de la mujer en cargos históricamente ocupados por hombres, en el área de Operaciones y Mantención.
La decisión de ser brigadista revela un gran compromiso con ENAP. Esta instancia – que reúne a 108 trabajadores y trabajadoras voluntarias, de alto nivel técnico de capacitación y entrenamiento permanente, profesionalismo y vocación de servicio -, ha cumplido un papel fundamental en la seguridad de las personas e instalaciones, en sus más de 60 años de creación.
Hoy, dos mujeres comparten la misma responsabilidad, exigencias y realizan las mismas tareas que los hombres.
Llegar a esta integración no fue fácil. Junto a los cambios culturales en los que avanza la refinería, también fue necesario reacondicionar la habitabilidad del cuartel de la BRE para acoger a sus nuevas integrantes, según comenta Gonzalo Valdivia, jefe del departamento de Seguridad, Salud Ocupacional y Control de Riesgos de la refinería, quien celebra este hito en la historia de esta filial y la brigada.
“Este año, por primera vez, dos trabajadoras aprobaron el proceso de postulación y selección a nuestra brigada. Para nosotros, este es un gran avance y estamos muy satisfechos porque ellas han sido bien recibidas y se han integrado en los grupos en igualdad de condiciones”, subraya Valdivia.
Al respecto, Carla Esquivel, asistente social y analista del departamento de Desarrollo Organizacional y brigadista, sostiene que este era su sueño personal. «Somos las primeras mujeres que entramos en 60 años a la Brigada. Hoy estamos en iguales condiciones. Pasé las mismas pruebas que nuestros compañeros. Ahora compartimos espacios comunes, un trato igualitario y las mismas exigencias”, subraya.
Junto con destacar que su nuevo rol le ha significado un fuerte y permanente entrenamiento físico, que inició dos años antes de postular a la brigada para cumplir con las exigencias que significa ser bombero, también reconoce que esta actividad demanda presencia en las guardias, capacitaciones y ejercicios de la BRE, tareas que asume con entusiasmo y con el desafío de compatibilizar sus papeles en el contexto familiar como laboral.
“Tengo una hija pequeña, de tres años. Afortunadamente mi esposo es súper partner, está muy comprometido y entiende que esto es importante para mi desarrollo personal y que estoy muy contenta de ser una de las primeras mujeres brigadistas de ENAP”, señala la profesional.
También este es un espacio donde las personas que se desempeñan en ENAP crean lazos, se conocen y comparten, como dice Bettina Ratti, operadora de terreno en la división Cracking y también brigadista. Comenta que “desde los 18 años he sido bombero. Cuando ingresé a ENAP, pasar a la BRE es un paso que se me dio natural. En operaciones, mis compañeros brigadistas siempre me comentaron lo qué significa ser parte de ella y sentí la motivación de ingresar. Apenas salió el concurso, postulé. He tenido mucha suerte, tanto en Operaciones como en Mantención y ahora en mi grupo de la Brigada, he contado con buenos compañeros, que me apoyan y me potencian. Me siento feliz y me gusta mucho”.
Francisco Moyano, jefe del área de Respuesta a Emergencias de Refinería Aconcagua, hace hincapié en que “Bettina y Carla pasaron todo el exigente proceso de selección y se han integrado muy bien a sus grupos 5 y 6, respectivamente. Ellas son un aporte, están marcando historia y han asumido su rol de bombero como cualquier otro compañero”.
En tanto, Juan Alexis Vásquez, técnico de mantención de la división Mecánica y capitán del grupo 6, pone el acento en que “Creemos que es importante que las mujeres se vayan abriendo camino en la brigada, como lo están haciendo en los diversos ámbitos de la refinería. Aportan al grupo en muchos aspectos”.
Gonzalo Valdivia agrega que “En ENAP, la brigada es muy valorada. Si bien de acuerdo a nuestra política de gestión, la empresa enfoca sus esfuerzos y recursos a prevenir los accidentes, también está preparada para afrontarlos a través de planes de emergencias, un equipo de especialistas y recursos de última generación. Esta es una de las mejores brigadas a nivel industrial. Es un equipo muy profesional, que nos da garantías que cualquier emergencia va a ser bien controlada, lo que es reconocido interna como externamente”.
De esta manera, ENAP continúa construyendo una cultura organizacional equitativa e inclusiva, donde hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades.