Para los padres, madres o cuidadores, el primer día de clases es un desafío que se inicia antes de la primera semana de marzo, con el estrés que significa la compra de uniformes y el despertar temprano, entre otras tareas.
Por eso, desde el Hospital Dr. Gustavo Fricke SSVQ, dos especialistas abordan este importante proceso para grandes y chicos.
Al respecto, la Dra. Valeria Rojas, neuróloga infantil, afirma que “el proceso de regreso a clases tiene que ser un proceso en que nosotros como padres estemos involucrados y empezar a hablar respecto a lo bueno que tiene el regreso a clases, volver a ver a sus amigos, empezar a anticiparnos también, por ejemplo, haciendo participar a los niños y las niñas en la compra de útiles, dejando que elijan algunos de los útiles escolares, y fundamentalmente, también preguntando sobre lo que ellos sienten respecto a este regreso a clases. Quizás verbalizando también, poniendo en palabras las emociones que ellos sienten y acogiendo y validando esas emociones también”.
El médico de familia y Encargado del Programa Adolescentes del establecimiento, Dr. Pablo Araya, también aborda el tema del sueño. “La primera recomendación es que los papás intenten despertar a los niños, niñas y adolescentes un poquito más temprano, cada tres días. Por ejemplo, si se duermen a las once, diez y media, después a las diez, nueve y media, cosa que, cuando llegue el primer día de clases, ya les sea menos brusco el cambio a levantarse a la hora habitual del año escolar”.
Así lo ratifica la Dra. Rojas: “Debemos recordar que los niños entre 4 y 12 años, necesitan 10 horas de sueño para lograr todos los beneficios que tiene el sueño en el desarrollo de nuestros niños: la producción de la hormona del crecimiento, la producción de hormonas que regulan el peso, el aprendizaje del nuevo contenido que se va al disco duro del cerebro solo al dormir. Después de los 12 años, son 9 horas de sueño entre los 12 y los 18, por lo tanto, es muy importante que nosotros como padres velemos por ese cumplimiento de esas horas de sueño”.
“La segunda recomendación – señala el Dr. Araya – es que el gran aprendizaje de las vacaciones, que es un espacio donde uno se divierte y disfruta, especialmente adolescentes que también tienen permiso para juntarse con amigos o ir a algún taller o club deportivo, ir a la playa o a la piscina, es que el descanso, el ocio y la recreación son fundamentales en la salud de los niños, niñas y adolescentes. No solamente eso se tiene que reservar para las vacaciones, sino que debe replicarse a lo largo de todo el año y el año escolar no debería ser sólo estudios, obligaciones y hacer sus cosas”. El médico complementa que “es importante promover que esto se mantenga el resto del año, en ciertos días específicos de la semana, sobre todo los fines de semana y también sea un espacio, no sólo para que ellos compartan con sus pares, sino que también para que compartan en familia”.
Finalmente, el Dr. Hace una recomendación para que los papás también manejen su ansiedad, y con ello, puedan estar más presentes y tranquilos para acoger las inquietudes escolares: “La vuelta a clases no solamente es estresante para ellos, sino que también involucra la vuelta al trabajo para muchos adultos y eso significa, que quizás hay trabajo pendiente que quedó de antes de vacaciones o que tienen deudas, pagar distintas cosas en marzo…entonces, es muy importante que como adultos tomemos consciencia de cómo estamos nosotros y cómo afrontamos el estrés. En la medida que podamos gestionar eso, nosotros vamos a estar muchos más tranquilos y disponibles para acoger, acompañar y contener a los chiquillos que están enfrentando también este mes de marzo”.