Una reciente investigación publicada en la revista científica Nature Communications dio cuenta de un aumento significativo del derretimiento superficial del Campo de Hielo de la Cordillera Darwin en Tierra del Fuego.
El estudio realizado por un equipo de científicos de diversos países, entre ellos, el Dr. Ricardo Giesecke, investigador del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) y académico del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas (ICML) de la Universidad Austral de Chile (UACh). La investigación, encabezada por la Dra. Franziska Temme del Instituto para la Geografía de la Universidad Friedrich-Alexander de Alemania, analizó datos de los últimos veinte años y reveló que factores como la temperatura del aire y los vientos intensos de la zona, han incrementado el derretimiento superficial del campo de hielo de la Cordillera Darwin generando una reducción de hielo de 18 centímetros por año por cada década.
Según explica el Dr. Giesecke, existe información sobre los Campos de Hielo Norte y Sur. Sin embargo, en el caso de la Cordillera Darwin aún es necesario profundizar en el conocimiento sobre las zonas con mayor derretimiento, sus causas y las tasas de pérdida de masa en los últimos diez años. “La idea de esta investigación fue, a través del uso de información meteorológica, modelos numéricos y datos satelitales de elevación de la Cordillera Darwin, poder desarrollar la primera estimación de alta resolución espacial acerca de las zonas con mayor y menor derretimiento”.
Este tipo de datos es especialmente relevante, dado que la Cordillera Darwin contiene el glaciar continental más austral del mundo. “Lo interesante es que tenemos uno de los últimos lugares donde queda una gran concentración de agua dulce. Desde el punto de vista oceanográfico, la mayor descarga de agua dulce asociada al derretimiento, causa modificaciones en las comunidades biológicas costeras. Es un sistema altamente sensible al cambio climático. Entonces, si se empieza a derretir, también va a tener una repercusión en toda la estructura y funcionamiento de los ecosistemas costeros”, afirma.
La investigación, desarrollada en conjunto por científicos de Chile, Alemania, España e Inglaterra, evaluó distintos tipos de derretimiento y analizó tanto los procesos que ocurren en contacto con la roca madre, es decir, desde abajo, como los derretimientos superficiales. En algunos casos, el bajo aporte de nieve provoca una pérdida de masa, debido a que se derrite más hielo del que se acumula. “Los resultados mostraron que en la parte central y más elevada de la Cordillera Darwin hay un mayor aporte que pérdida, mientras que en la zona costera, especialmente en el sector que da hacia el canal Beagle, se registra la mayor pérdida de masa de hielo. Eso, obviamente, va a afectar todos los ecosistemas que están ahí,” explica el Dr. Giesecke.
Consecuencias y proyecciones
La pérdida de masa glacial también tiene repercusiones importantes para los ecosistemas locales, una línea que este estudio invita a considerar, dado que al comenzar a liberarse grandes volúmenes de agua dulce por el derretimiento de los glaciares, se generan impactos relevantes en las comunidades cercanas. Por ejemplo, afecta la actividad pesquera y altera la dinámica de los organismos que habitan los sistemas costeros, debido al ingreso de agua con menor salinidad.
“Esta disminución en la salinidad produce un estrés significativo en muchas especies marinas adaptadas a ambientes con mayor salinidad. Además, se ha observado que cuando el glaciar se retira y deja entre medio un río antes de llegar al fiordo, estos sistemas costeros se vuelven menos productivos. Por el contrario, los fiordos que están directamente en contacto con glaciares tienden a ser más ricos y productivos”, afirma el co-autor de esta investigación.
A nivel global, las proyecciones indican que la temperatura promedio del planeta seguirá en aumentando, lo que inevitablemente dará paso a mayores tasas de derretimiento en los glaciares. En Chile, son muy pocos los glaciares que presentan avances o crecimiento: la gran mayoría se encuentra en retroceso.
“En el caso de la Cordillera Darwin, es posible observar que la zona más austral ya se encuentra experimentando una pérdida gradual de masa y también se han incrementado áreas en la parte norte con patrones similares. Si las tendencias se mantienen o intensifican, el derretimiento continuará y podría incluso acelerarse afectando no solo a los ecosistemas locales, sino también a las comunidades humanas que dependen de estos entornos”, concluye el Dr. Giesecke.
Accede al estudio completo aquí.