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Mustafa Tahshoun y su familia compuesta por su esposa Aml Amoury, sus hijas Sara y Chaimaa, de 17 y 16 años respectivamente, y su hijo menor, Mohamed, de tan solo 8 años, llegaron en calidad de refugiados hace cuatro años a nuestro país, para dejar atrás la cruda guerra civil que afecta a Siria, su país natal, “nosotros perdimos la casa cuando llegaron dos misiles al edificio donde vivíamos en Alepo”, recuerda con tristeza el líder del clan Tahshoun.
“Ha sido difícil acostumbrarme, son diferentes tradiciones y cosas, sin embargo a mi mamá le ha costado un poco más, ya que no habla español y no tiene a sus hermanas con quienes compartir en Chile. Yo tengo mis amigos, no he sufrido discriminación y me he llevado bien con la gente, no he tenido ningún problema. De Siria recuerdo mi infancia, mi familia, la casa que perdimos, los familiares que han fallecido por los problemas que suceden allá”, relata emocionada Sara, hija mayor, quien cursa 2do medio en el Colegio San Nicolás de Viña del Mar.
Mustafa, de 55 años de edad, y a quien ya se le otorgó la nacionalidad chilena, se encuentra sin trabajo, él explica que “quizás por la edad no tenga suerte, no lo sé. Ahora estoy trabajando con SENCE y FOSIS para poder encontrar trabajo, mi plan es tener un carro y poder vender los dulces que preparo con tanto cariño, estoy agradecido de Chile por apoyarme”.
La familia vive en el Proyecto Habitacional “Hijos del Olivar” construido por el Servicio de Vivienda y Urbanización (SERVIU) en el marco del programa Fondo Solidario de Elección de Vivienda, y junto a otro 149 residentes recibieron las escrituras de sus departamentos durante el mes de septiembre.
“Las políticas públicas impulsadas por la Presidenta Michelle Bachelet y particularmente las del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, son inclusivas y no discriminan a las familias migrantes que se radican de manera regular en nuestro territorio nacional, es por aquello que pueden optar a obtener una vivienda. El caso de la familia Tahshoun, que es una de las tantas refugiadas provenientes de Siria, y que se convirtieron en propietarios de su vivienda, no es atípico, muchas familias haitianas, colombianas y peruanas hoy son beneficiarios o postulantes a nuestros programas”, señaló el director regional del organismo, Carlos Contador.
“Tengo cuatro años en Chile y jamás nadie en la vida me ha molestado, gracias a Dios estamos vivos y felices, nuestros vecinos son muy cariñosos y nos ayudan muchísimo”, finalizó diciendo Tahshoun.
Cabe destacar que el Fondo Solidario de Elección de Vivienda es un programa destinado a familias sin vivienda, que viven en situación de vulnerabilidad social. Este apoyo del Estado permite construir una vivienda (casa o departamento) sin crédito hipotecario en sectores urbanos o rurales. Quienes postulan lo hacen de manera colectiva con un proyecto asociado al grupo interesado.
