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A fines de agosto del año pasado comenzaron los trabajos destinados a transformar la central de alimentación del personal de Gendarmería que trabaja en el Complejo Penitenciario de Valparaíso. Ocho meses después y luego de una inversión de $136.464.135, ésta fue reinaugurada.
La elevada cifra permitió entregar a los funcionarios un espacio totalmente remodelado, realizar los proyectos de arquitectura, eléctricos, sanitarios y adquirir una serie de implementos, entre ellos: marmitas a gas, hornos eléctricos, sistema de extracción de vapores, plancha churrasquera, baño maría a gas, bandejero, etc.
La ceremonia de inauguración de la central, que diariamente entrega alimentación a aproximadamente 430 funcionarios, se realzó el mediodía de este martes y contó con la presencia del subdirector operativo de Gendarmería, Pablo Toro Fernández, el director regional de la institución, coronel Álvaro Rivera Andrade, y el jefe del Complejo, coronel Antonio Ibarra Lillo.
Una vez culminado el recorrido por las renovadas dependencias, el subdirector operativo sostuvo que “Es una excelente noticia que se haya logrado recuperar, incluso con acreditación sanitaria, la central de alimentación de nuestro personal. Nuestro director (nacional) ha puesto énfasis en mejorar espacios de habitabilidad y de trabajo de nuestro personal”.
Las visibles mejoras fueron destacadas por los funcionarios, uniformados y civiles, que llegaron hasta el lugar para recibir el almuerzo. Este es el caso del sargento primero Francisco Randolph Panes, quien afirmó
“Quedaron excelentes. Se nota mucho el cambio, ojalá que todos lo cuidemos. Ahora quedó una dependencia excelente, digna de un funcionario de Gendarmería”.
Manuel Ocaña, jefe de UTP de la Escuela Juan Luis Vives, destacó que “Me parece bien el cambio en las instalaciones. Se ve más limpio, más iluminado, hay más espacio. Se ve que hubo una mejora, una mejora bastante positiva”.
Durante el año pasado otras unidades penitenciarias también accedieron a mejoras en sus centrales. Este es el caso de los centros penales de Quillota, Petorca y San Felipe.
