Con el objetivo de resguardar la continuidad operacional de los patrimoniales trolebuses de Valparaíso, el Gobierno comenzó a trabajar en una mesa conformada por los ministerios de Transportes y Telecomunicaciones, y Cultura, además de la Municipalidad de Valparaíso y representantes de la empresa operadora.
El trabajo conjunto apunta a encontrar una solución para que el servicio de estos vehículos eléctricos patrimoniales continúe entregándose.
Con este fin, se requirió información contable, laboral y tributaria a la empresa de trolebuses para elaborar una radiografía de compañía. Asimismo, se analizará la situación de cada uno de los vehículos, debido a que parte de ellos, además de las catenarias y subestación eléctrica, han sido declarados bienes patrimoniales.
La Ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, detalló el avance de este trabajo conjunto en la sesión de la comisión de Transportes y Obras Públicas del Senado. En ella, Hutt aclaró que es necesario diferenciar entre un subsidio de tarifa, que es un beneficio que la Ley establece para los pasajeros, de los requerimientos financieros de la empresa privada que provee la operación. Indicó que los recursos de subsidios no pueden destinarse a cubrir necesidades financieras de particulares. Añadió que la compensación de $266 millones anuales se mantendrá en valor actualizado, por los siguientes 18 meses, según se publicó a comienzos de julio en el Diario Oficial.
También aclaró que el acuerdo de octubre de 2018 es un documento efectivamente suscrito entre el operador y el Seremi, que para ser aprobado requiere etapas posteriores de aprobación del Panel de Expertos, Ministerio de Hacienda y Contraloría. En este caso la condición patrimonial del sistema hizo que el Panel de Expertos no aprobara, con la información disponible, la entrega de un nuevo subsidio. Este proceso es de público conocimiento y forma parte de la Ley 20.378.
Asimismo, señaló que la participación relativa de los trolebuses en el sistema local alcanza a menos del 2% y una necesidad importante es incrementar el número de pasajeros. Hizo presente además que la empresa operadora, si bien ha planteado proyectos de mejoramiento, no lo ha hecho acompañando presupuestos formales, lo que impide un análisis mejor sustentado del caso.
Respecto a caminos alternativos, planteó que la participación del Ministerio de Cultura abre una posibilidad, que se analiza junto con la opción de recursos regionales o la creación de una corporación privada de preservación que pudiera hacerse cargo.
Si bien la empresa operadora ha planteado la necesidad de recursos, al hacerlo en términos de requerimientos para cubrir sus compromisos financieros y no para financiar una mejora operacional, impide que se le asignen fondos fiscales.
También aclaró que la introducción de buses eléctricos en el Gran Valparaíso, a través del plan de transportes Red, es independiente de la operación de los trolebuses. “Todos estamos interesados en la electromovilidad en distintas formas, en los troles y también en los buses nuevos. Una cosa no impide ni reemplaza a la otra. De lo que tenemos que preocuparnos ahora es cómo conservar el funcionamiento de este bien patrimonial”, afirmó, corroborando que la preservación de los trolebuses debería abordarse de manera independiente de la estabilidad financiera de la empresa operadora.