Bajo la dirección del ingeniero agrónomo Dr. Aart Osman, experto en agroecología y la transferencista Victoria Muena, los extensionistas de INDAP aplicaron este instrumento en predios de 96 productores con el propósito de validar e implementar una herramienta, que permita diagnosticar y monitorear el grado de sustentabilidad de los predios agrícolas con un impacto directo en los predios de los usuarios INDAP, interesados en la producción de alimentos más saludables e inocuos.
En esta oportunidad se abordó una situación específica asociada al territorio de la Provincia de Petorca con sus problemas particulares.
Dentro del trabajo desarrollado, en el ámbito económico se priorizaron como punto críticos los canales de comercialización, ingreso económico, capacidad de invertir, uso y costo de insumos externos. Así como también en el ámbito medioambiental los puntos críticos que se detectaron fueron la disponibilidad de agua, calidad del suelo, ocurrencia de plagas y enfermedades y consumo de energía. En el ámbito social, el análisis consideró como punto crítico la demanda y disponibilidad de mano de obra, el acceso a la información y conocimiento, el cambio generacional y el estado de salud de los integrantes dela familia.
El doctor Aart Osman aseguró que el componente productivo es sólo una parte para avanzar hacia sistemas productivos. “Se requiere integrar otros componentes como canales de comercialización más adecuados además de lo medioambiental, es decir, que no tenga efectos negativos sobre el medioambiente, que no contamine las napas, el agua, los suelos, y el componente social que incluye la salud de la familia y sus trabajadores, la permanencia de los hijos en el predio, la asociatividad, etcétera”.
La evaluación de la sustentabilidad implicó la definición, identificación y priorización de los puntos críticos, para luego finalizar con las prácticas más adecuadas y sus indicadores.
La transición a una agricultura sustentable no es un proceso de un día para otro. “Pasar de una agricultura que aplica grandes cantidades de agroquímicos y fertilizantes sin considerar los daños que estas prácticas pueden causar en el medioambiente, la salud de los productores y sus consumidores es un proceso largo que requiere cambios técnicos y culturales en los productores y sus asesores”.
El experto Aart Osman aseguró que los funcionarios de INDAP tuvieron que tomar protagonismo en la toma de decisiones en estrecha colaboración con los productores. “El avance hacia la sustentabilidad es un proceso dinámico, que requiere reflexiones periódicas sobre los avances y metas, incluye revisar, actualizar los puntos críticos, criterios e indicadores”. Por ende, precisó, “la metodología se debe aplicar como un proceso cíclico”.
La metodología es adaptable y se puede implementar con todos sus pasos en otros territorios y con otros actores.
En esta experiencia específica en la provincia de Petorca, “hubo mucho entusiasmo de parte de los ejecutivos y profesionales de INDAP y las organizaciones campesinas que acogieron esta herramienta”.
La implementación de esta metodología se desarrolló en el marco de un proyecto financiado por el Ministerio de Agricultura.
La encargada del GTT Extensionistas, Victoria Muena Zamorano señala que esta propuesta fue posible desarrollarla gracias a un trabajo colaborativo y participativo entre los principales actores de los sistemas agrícolas de la Agricultura Familiar Campesina: productores, agentes de extensión y entidades de apoyo y fomento.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación agropecuaria de Chile, dependiente del Ministerio de Agricultura, con presencia nacional de Arica a Magallanes, a través de sus 10 Centros Regionales, además de oficinas técnicas y centros experimentales en cada una de las regiones del país. Su misión es generar y transferir conocimientos y tecnologías estratégicas a escala global, para producir innovación y mejorar la competitividad del sector agroalimentario. http://www.inia.cl