La vida luego de someterse a una ostomía cambia. La mayoría, ve mejorada su calidad de vida, en relación a los problemas de salud que existían antes de la intervención quirúrgica, mientras otros, deben confrontar sus inseguridades y temores al portar de ahora en más, una bolsa – para la eliminación de sus deposiciones – adjunta a su cuerpo. De ello y más trató el encuentro organizado por el Policlínico de Ostomía del Hospital Dr. Gustavo Fricke dirigido a los usuarios y usuarias, para conmemorar el día del paciente ostomizado.
El encuentro contó con la participación de varios expositores, quienes abordaron los cuidados principales asociados a la abertura artificial en el abdomen y al uso de la bolsa recolectora, consejos para mejorar la calidad de vida y la importancia de una nutrición saludable y balanceada. Además, pusieron a disposición un espacio para resolver dudas y compartir experiencias afines de los asistentes.
La ostomía en lo cotidiano
La enfermera del Policlínico de Ostomía, Jessica Auad, destacó el interés de los pacientes, tanto por su concurrencia como por sus aportes al espacio de diálogo. “Ellos necesitan tener un encuentro, una forma de encontrarse, tener algo que los reúna, porque ellos se tienden a aislar socialmente y el paciente ostomizado piensa que él es el único que tiene esta condición y la verdad que son muchos, tenemos un rango etario muy amplio. Estoy contenta de cómo salió la actividad y que la gente participó”.
Daniela Cruz, enfermera coordinadora del Policlínico de Cirugía Adulto del Hospital San Juan de Dios, vino desde Santiago para formar parte de la instancia, la cual agradeció por poder conocer más de cerca cómo llevan otros hospitales el tratamiento de ostomías, ileostomías y colostomías y abordó temas como el evitar complicaciones y avanzar a una vida sin restricciones.
“Aquí tienen la suerte de que en el Hospital Dr. Gustavo Fricke, hay un poli de ostomía. Así que quedé muy contenta, muy agradecida. Los pacientes participaron mucho y también sirve como un espacio de catarsis, de poder encontrarse, de poder estar enfrentados a esta realidad que esperemos que sea más llevadera para ellos”.
Una de las pacientes que acudió fue Andrea Mondaca, quien hace un año se sometió a una ostomía. Afirmó sentirse acogida al poder conocer la realidad de otras personas como ella, que buscan llevar una vida activa.
“Para mi la bolsa es vida. Llegué al poli de ostomía y ahí mi vida cambió, porque además de ser amorosos, son muy profesionales, muy preparados y me dieron todos los consejos. Voy todos los meses feliz y con mi dudas y ellos me responden todo. Esto me ha permitido retomar el tema del deporte que siempre me ha gustado. Voy al gimnasio a entrenar dos veces a la semana, trabajo todos los días y llevo todo muy normal la verdad. Creo que uno al principio también tiene mucho temor, vergüenza y todo, entonces, es bueno saber que hay otros como uno”.
En la actividad, tanto profesionales como pacientes hicieron un especial llamado a no discriminar a los pacientes que poseen una ostomía y a buscar las adecuaciones necesarias para quienes deben portar una bolsa recolectora, como en baños, espacios públicos y trabajos.
¿Qué es una ostomía?
Una ostomía es una abertura artificial (estoma) creada de manera artificial en una cirugía, que va desde el cuerpo hacia afuera para permitir el paso de orina y heces. Se usa para tratar ciertas enfermedades de los sistemas digestivos o urinarios. Puede ser permanente como cuando se extirpa un órgano o temporario como cuando un órgano necesita tiempo para sanar. Generalmente, se realiza en el intestino delgado, el colon, o la vejiga.