Hospital Dr. Gustavo Fricke SSVQ entrega recomendaciones para combatir el aumento de peso y la obesidad infantil durante la cuarentena

Según un mapa nutricional que entrega la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB), actualmente nuestro país registra cifras alarmantes en cuanto a la obesidad infantil. Cinco de cada diez niños son obesos.

Para reducir este riesgo, dado el extenso confinamiento que atraviesan las comunas de Valparaíso y Viña del Mar, el Hospital Dr. Gustavo Fricke SSVQ entrega algunas recomendaciones, reforzando conductas positivas y una alimentación saludable durante la cuarentena.

Así lo señala la doctora Alexa Puchi, pediatra y especialista en nutrición, señala que “la obesidad se gatilla porque hay un desbalance energético entre lo que digiero y gasto, por eso es importante mantener una alimentación balanceada y saludable, con alimentos que no son de alto costo como huevos, legumbres, ensaladas, que son platos voluminosos y que generan poder de saciedad cuando lo estás ingiriendo en su debido momento”.

Tan importante como lo que suministramos a los niños, es el contexto en que ellos se alimentan, por eso es importante generar condiciones ambientales apropiadas, como compartir todos en la mesa y sin el uso de elementos distractores, como celulares, televisión o radio. También es importante consumir alimentos en las horas correctas para tener una ingesta energética balanceada.

Hábitos alimenticios

Las calorías que debe consumir un niño son variables dependiendo si se encuentra en una etapa de rápido crecimiento o en la adolescencia. Sin embargo, debemos mantener una alimentación saludable, respetando el desayuno, el almuerzo, once y la cena.

Las horas de sueño también influyen en los hábitos del menor: es recomendable que se levante temprano en la mañana y que de inmediato tenga un desayuno nutritivo, por ejemplo con leche, cereal o un trozo de pan, con el propósito de activar su organismo antes de iniciar sus clases.

Al almuerzo, lo ideal es comenzar con una ensalada como primer plato, luego carnes rojas o blancas, junto con algún hidrato de carbono en su justa medida (1/2 a 1 taza), como postre, una fruta y acompañar toda la comida con un vaso de agua no azucarada.

La once debe ser similar al desayuno y la cena no se puede perder. Así lo destaca la doctora Puchi, quien señala que “la gente actualmente está haciendo una once comida y hay vacío entre el almuerzo y esta once comida de ocho horas. Y esto genera un desorden, donde comen galletas, yogurt y finalmente no saben la cantidad que comen y ahí se producen los excesos”.

Si los niños tienen una tendencia al sobrepeso, es recomendable que no haya hidratos de carbono en la cena, sino que se aumenten los vegetales junto a la proteína y recordar que el huevo es una buena fuente de energía y de fácil acceso.

Por otro lado, el encierro promueve la ansiedad y los niños tienden a comer galletas que tienen una alta densidad energética, pero con poco valor nutricional y que si son muy azucarados gatillan más la sensación de hambre. Por esto la especialista recomienda tener verduras picadas y agua en el refrigerador con algunas hierbas y rodajas de limón para que sean atractivas al gusto .

Incentivar el ejercicio casero

La práctica deportiva es importante para mantener a nuestros niños en forma, sin embargo, el confinamiento nos obliga a mantenernos en casa, sin disfrutar de ejercicios en espacios públicos. Por este motivo, la pediatra y especialista en nutrición del Hospital Fricke recomienda utilizar videos disponibles en plataformas virtuales para seguir pautas de ejercicios: “Hay muchos videos de ejercicios que son practicables en casa, están diseñados para practicar en escasos metros cuadrados, con ejercicios de tipo aeróbico, a los niños les gusta bailar, ven videos donde practican algunas canciones con baile y esa es una forma lúdica de entrenar y eso se puede mezclar con algunos ejercicios localizados” indicó.

 

También recomienda la práctica de deportes en el patio de la casa para potenciar la obtención de vitamina D que entrega el sol. Para eso, es clave que los padres motiven diferentes prácticas como, por ejemplo, jugar al hula hula o con una cuerda de saltar con el fin de que los niños se mantengan en movimiento y desarrollen su motricidad con implementos fáciles de adquirir y económicos.

 

En esta pandemia, la obesidad se ha transformado en un factor de riesgo para los pacientes que la padecen, pues entran en una categoría de riesgo en caso de contagio. Por eso, es muy importante la alimentación saludable junto a los ejercicios porque de esta manera se desarrolla una mayor inmunidad.

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