¿Qué puede comer un paciente en quimioterapia? ¿Puede consumir dulces? ¿Puede comer carnes preparadas en la freidora de aire? Estas son algunas de las preguntas que respondió la nutricionista de Hemato Oncología Adultos del Hospital Dr. Gustavo Fricke en el primer taller para los familiares de pacientes hospitalizados en esa Unidad.
Esta actividad, que se realizará mensualmente, tiene como objetivo aclarar dudas y apoyar a los familiares de los pacientes, para que a su vez, los puedan acompañar de mejor manera en el avance de su terapia. Cada taller contará con la participación de diferentes especialistas y profesionales de apoyo, como kinesiólogos y asistentes sociales, reuniendo a la mayor cantidad de familiares posible, de acuerdo a la alta rotación de pacientes en hospitalización.
Tal como explica la psicóloga Lissette Díaz, “es súper importante haber recibido a los familiares de los pacientes hospitalizados, sobre todo porque es un primer taller después de la pandemia. Después de haber estado totalmente cerrados a las visitas de los familiares, a las actividades grupales e incluso a la atención psico oncológica presencial, es un retorno a la acogida de los familiares y a poder también apoyarlos psicológicamente, y desde la nutrición y la enfermería también”.
Respecto al tema que abordó la psicóloga, el manejo del duelo en enfermedades oncológicas, explica que “la terapia de psico oncología es ayudar al paciente a asimilar el diagnóstico, acompañarlo desde el inicio de su tratamiento, ayudarlo a adaptarse al contexto de la hospitalización, favorecer el bienestar general y sobre todo, disminuir el estrés, que está demostrado científicamente, que por estar en un recinto hospitalario, eso ya genera estrés y sumado a la vivencia de la enfermedad, el estrés se incrementa. La idea del apoyo psico oncológico es favorecer al máximo, lo que más se pueda, el desarrollo de los recursos personales del paciente para vivir este proceso lo mejor que se pueda”.
Familias comprometidas con la recuperación
Como asistente al primer taller para familiares, Jacqueline Ramírez, de Quintero, cuenta que su hijo de 35 años está internado desde 2021: “Ingresó el 24 de diciembre del año pasado, pasó la Navidad acá, el Año Nuevo, así que fuerte, muy fuerte, al principio como decía la psicóloga, uff recibir esta noticia fue terrible, terrible, yo estaba en el suelo, pero me paré, tengo mucha fe, y Dios me tiene así todos los días y yo le transmito eso a mi hijo. Y tengo toda la fe que aunque pasen cinco años va a salir adelante y él va a ganar esta batalla”. Y respecto del taller, comentó que “lo encontré muy interesante, se trataron todos los temas, demasiado interesante, muy bueno para nosotros los familiares, me gustó y voy a seguir viniendo”.
Una historia similar tiene la quilpueina Jacqueline Arriagada, que visita a su hijo de 33 años desde agosto: “Un día lunes se sintió mal, el día martes lo llevé a urgencias al Hospital de Quilpué y lo dejaron hospitalizado altiro. No llevaba defensas, nada. De ahí el día miércoles me lo trasladaron y de ahí que está acá. Ha sido muy grande todo esto, y él nunca se había enfermado, nunca había ido al médico, nunca nada. Esto ha sido terrible y vivimos los dos solitos”. Sin embargo, tiene una grata impresión de esta actividad para familias, porque “lo ayuda harto a uno, las conversaciones, el intercambio de opiniones con gente en la misma situación que está uno, el intercambio de palabras, ayuda harto, y me alegro que haya estos talleres porque hacen falta. Los felicito, muy buena opinión porque es un apoyo muy grande aquí en el Hospital”.