Un Tratamiento Anticoagulante (TACO), que permite acortar el tiempo de entrega de los exámenes de los pacientes, comenzó a aplicar el Hospital San Agustín de La Ligua. El Dr. Nicolás Saavedra Saavedra, encargado de TACO del establecimiento, explica que el Hospital arrendó un equipo “point of care”, una máquina tipo hemoglucotest, que mide el INR o prueba de tiempo de protrombina (para evaluar el tiempo de coagulación del paciente) en forma rápida. “Este examen se demora dos minutos; es mucho más rápido. Además permite que el resultado sea cargado a un sistema informático”, indicó.
Acorta tiempos y mejora indicaciones
“Antes los pacientes tenían que venir temprano en la mañana y después volvían en la tarde, alrededor de unas tres horas después, para recibir su resultado de forma presencial con el médico. Éste generaba una plantilla donde se explicaba cómo el paciente se debe tomar el medicamento, que no se toma todos los días como comúnmente indicamos. El día lunes se tiene que tomar media pastilla; el martes hay que tomar un cuarto; el tercer día media pastilla. Estas indicaciones hacían que el paciente se confundiera y además hacía más lento el proceso”, indicó.
“Ahora, en cambio, tenemos una hoja donde aparece cómo se tiene que tomar el medicamento según el paciente; además, disminuye el número de papeles que teníamos que hacer. Antes teníamos que hacer tres papeles -la receta, una orden de atención y una orden para el siguiente examen-, pero ahora todo se resume en una hoja. También nos ayuda porque disminuye el tiempo para bajar la información al paciente y así se optimiza el tiempo de la atención”, recalcó el Dr. Saavedra.
El profesional explicó que el TACO busca regular el proceso de coagulación del paciente. “Hay usuarios que sufren riesgo de tener accidentes cerebrovasculares o trombopulmonares y hay pacientes que tienen que tomar acenopumarol entre tres y seis meses y otros, en forma permanente como es el caso de pacientes con arritmia cardíaca”, subrayó.
Protocolos de atención presencial
El sistema comenzó a operar en modo marcha blanca, “La marcha blanca partió con el programa informático para que los médicos supieran utilizarlo. Posteriormente, la empresa proveedora vino a hacer charlas sobre cómo ocupar el programa, pero todavía no tenemos atención presencial de los pacientes; sólo estamos entregando la hoja y a los pacientes con un INR descompensado, se les atiende presencialmente. Lo que sucede es que todavía nos quedan algunas cosas técnicas que resolver como, por ejemplo, elaborar el protocolo para que esté listo cuando estemos atendiendo en forma presencial”, agregó.