Una nueva generación de privados de libertad del Centro de Detención Preventiva (CDP) de Quillota firmó, durante la mañana de este miércoles, el contrato social por medio del cual pasan a formar parte del programa “Oportunidades para la Vida”. En sus doce años de vida la iniciativa creada por la municipalidad de Quillota ha logrado un porcentaje de reinserción social del 76 por ciento, ubicándose entre las más destacadas del país.
Este año se agregará la implementación del programa “Rompiendo Estigmas”, el cual tiene la finalidad de trabajar el consumo problemático de alcohol y drogas. Esto será posible gracias a que el equipo de profesionales que compone Oportunidades para la Vida se adjudicó el Fondo Para Vivir Mejor, del ministerio de Desarrollo Social y Familia.
La ceremonia de firma se efectuó en el patio interno de la unidad, hasta donde llegaron autoridades regionales y comunales, integrantes de las redes de colaboración del Programa, los 14 internos que formarán parte de esta onceava generación y sus familiares.
Una vez culminada la actividad, la seremi de Justicia y Derechos Humanos, Paula Gutiérrez Huenchuleo, destacó que esta iniciativa “ha generado grandes resultados en disminuir la reincidencia en personas privadas de libertad y ha hecho un trabajo bien mancomunado con Gendarmería, con los equipos técnicos de Gendarmería, pero también con las familias, que son el núcleo fundamental que permite efectivamente generar esos lazos, retomarlos en muchos casos”.
Por su parte el director regional de Gendarmería, coronel José Luis Meza Guajardo, afirmó que: “La municipalidad de Quillota ha sido un ejemplo en temas de reinserción hace muchos años. Los índices de reincidencia de este Programa en particular es de un 23 por ciento. Creo que debería multiplicarse, ojalá tener la oportunidad de que otros municipios puedan hacerse parte de la reinserción”.
En el año 2019 el Programa pasó a formar parte de la Fundación BanAmor, entidad perteneciente a la casa edilicia quillotana. El alcalde Oscar Calderón Sánchez, quien además es el representante legal de la Fundación, destacó la relevancia del trabajo que llevan adelante.
“Creo que el nombre del programa refleja casi en forma perfecta lo que significa. No solamente oportunidades para quienes toman el desafío de firmar un documento y comprometerse a participar de una serie de actividades que los van preparando para cuando tengan que abrir las puertas de un centro penitenciario y enfrentarse a la vida real, es también una oportunidad para el sector público de entender que la inclusión, la incorporación a la sociedad de personas que han estado privadas de libertad empieza desde antes de que salgan”.
En total los profesionales que componen el equipo especializado en reinserción social ya han trabajo con 135 privados y privadas de libertad del CDP de Quillota.