La selva tropical más grande del mundo, la Amazonia, enfrenta uno de los peores desastres ambientales de la historia. La bióloga norteamericana y académica de la Universidad de Valparaíso, Kathleen Whitlock, advierte sobre los peligros de esta catástrofe para la humanidad.
Hace dos semanas la biodiversidad de la Amazonia está siendo arrasada por 72 mil incendios, que afectan a la selva tropical más grande del mundo. Un 80 por ciento más que el año pasado.
Para la doctora Whitlock una de las causas es la deforestación, generada por la acción humana y la sequía.
“Entre el 70 y el 80 por ciento del bosque talado en la Amazonia es ilegal y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no ha hecho nada para detenerlo”, afirma la doctora Whitlock.
La bióloga asegura que la crisis también responde, en parte, a las tres grandes sequías que han afectado, en los últimos 10 años, a este ecosistema, conocido como “el pulmón del planeta”.
“La Amazonia es muy especial, ya que tiene el bosque lluvioso más grande del mundo, que reutiliza el 50 por ciento de su agua. Si nosotros cortamos el bosque y lo reducimos en 20 a un 25 por ciento, vamos a destruir el ciclo del agua que existe. A la fecha la merma alcanza un 17 por ciento, estamos llegando al límite. El problema es que si no se toman medidas vamos a enfrentar un escenario irreversible. No habrá nada que podamos hacer -como humanidad- para recuperar los importantes servicios ecosistémicos, que hasta ahora nos brinda la Amazonia”.
Uno de ellos es el de control de la temperatura, adelanta la científica, quien sostiene que entre los efectos más graves sería el aumento de la temperatura entre 0.6 a 0.7 grados Celsius, en el planeta. Más todos los efectos que desencadenaría, como deshielos, aumento del nivel del mar, incremento en la temperatura y acidez de los océanos, extinción de algunas especies de la flora y fauna, entre otros impactos.