En busca de lograr la inclusión social en los establecimientos educacionales, la Comisión de Personas Mayores y Discapacidad aprobó y despachó a la Sala de la Cámara de Diputados el proyecto de ley para incluir la lengua de señas en la educación.
El proyecto, que fue presentado por la diputada Carolina Marzán (PPD), promueve que a mediados de 2023 se pueda impartir la enseñanza de lengua de señas en colegios que tengan o no a algún estudiante con discapacidad auditiva.
Esta medida es considerada clave para que estudiantes sordos se sientan más integrados y puedan desenvolverse de mejor manera en el ambiente escolar. Pero, así como se están abriendo las puertas para este tipo de iniciativas también crece cada vez más el interés en aprender dicho lenguaje, a fin de que a las personas sordas puedan comunicarse mejor.
Matías Poblete, presidente de la Fundación Chilena para la Discapacidad (FChD), comentó que “es relevante esta medida que impactará de manera significativa en el sistema educativo chileno. Es una medida relevante que ayudará a eliminar las brechas comunicacionales que existen entre personas sordas y oyentes”.
A esta iniciativa se suma que hace cuatro meses se publicó la Ley N°21.303 que reconoce la lengua de señas como la lengua oficial de las personas sordas, lo que garantiza, en parte, que los niños y niñas en Chile tengan las mismas condiciones para aprender y desarrollarse que el resto de los escolares, asegurando la igualdad de oportunidades para todos.
De largo aliento
La diputada Marzán explicó que “el proyecto aprobado tiene como propósito que todos los establecimientos educacionales, tengan o no estudiantes con discapacidad auditiva, puedan enseñar la lengua de señas para acortar la brecha que hay entre las personas con discapacidad auditiva”.
Esto, porque la medida busca hacer partícipe a toda la comunidad en el aprendizaje de este lenguaje y que se tome conciencia de la importancia de la inclusión y diversidad. Para Poblete, es clave que se enseñe lengua de señas en todos los colegios de nuestro país, “porque un estudiante sordo puede llegar en cualquier momento”.
Además, añadió el presidente de la FChD, “el aprendizaje de lengua de señas es de largo aliento, es un proceso extenso para poder llegar a tener una comunicación fluida y efectiva con las personas sordas”.
El reto para estudiantes y docentes es conocer y usar una nueva lengua, que es más que sólo comunicarse a través de la gestualidad, ya que “implica conocer parámetros y formas comunicativas que son muy distintas al español o al castellano hablado”, expresó Poblete.