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A las ocho y media de la mañana un grupo de 125 privados de libertad del Complejo Penitenciario de Valparaíso se encontraba en el gimnasio de la unidad listo para ser trasladado hasta las salas de clases donde, minutos más tarde, comenzaron a rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU).
A nivel regional fueron 226 los internos a los que se les aplicó el examen de lenguaje y comunicación, siendo supervisados por personal del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre). En total, la prueba se realizó en ocho establecimientos penales de la región.
El director regional (s) de Gendarmería, coronel Manuel Palacios Marchant, destacó la importancia que la educación tiene en el proceso de reinserción de los penados.
“El día de hoy rindieron 226 internos la PSU. Para nosotros es súper positivo porque nuestros internos van quemando etapas, van avanzando dentro de su proceso de educación. Un interno con una mejor educación es un interno que el día de mañana, preferentemente, no va a cometer nuevos delitos. Todo lo que sea capacitar a nuestros usuarios va en beneficio de que podamos bajar las estadísticas de reincidencia a nivel nacional”.
El desarrollo de la prueba en la unidad penal porteña fue calificado como exitoso por Marco Espinoza, encargado educacional del recinto.
“La PSU se ha desarrollado de forma normal, cumpliendo con los horarios establecidos y cumpliendo con los traslados. Se conformaron los grupos de prueba, los profesores prepararon los espacios necesarios, distribuyeron los facsímiles correspondientes y se ha desarrollado y se ha concurrido de manera normal”.
Alejandro Herrera culminó el pasado año su cuarto medio en el Colegio Politécnico Cardenal Oviedo, el cual funciona en el Complejo. El joven de 28 años llegó esta mañana hasta las salas de clases del establecimiento para dar el examen de lenguaje.
“El principio estaba difícil, pero después la comprensión de lectura (fue) lo más fácil. Mañana tengo que venir a dar la de matemática y ahí vamos a ver, voy a dar lo mejor. Matemáticas es lo más difícil, aunque igual me gusta la asignatura. Me gustaría estudiar electricidad”.
Tanto Herrera como los restantes internos serán informados de los resultados obtenidos y podrán postular a la educación superior, siempre y cuando cuenten con el tiempo mínimo de condena cumplida y una buena conducta. En caso de quedar seleccionados, será el consejo técnico de cada unidad el que determine si se permite el traslado del privado de libertad a la casa de estudio.
A nivel nacional 2.046 los internos se inscribieron para rendir el examen, 1.828 hombres y 218 mujeres, incrementando en un 20 por ciento respecto a la anterior versión de la prueba.
