Diciembre y las actividades propias de fin de año, para muchos, habitualmente son sinónimo de estrés. El cierre del año laboral, el término del semestre en los estudios y las celebraciones de estas fechas, pueden provocar una importante carga física y mental en las personas, situación que este año puede verse especialmente incrementada por las consecuencias de la pandemia por COVID-19 en nuestras vidas.
Ante este escenario, una práctica que puede ser de gran utilidad es el Mindfulness (atención plena, en español), actividad que combina técnicas de relajación o meditación con el modo en el que manejamos las situaciones que nos impone la vida, centrándonos en el presente y en el ahora, y conectando estas experiencias con el cuerpo, la mente y las emociones.
Gabriel Sánchez, académico de la carrera de Psicología de Universidad de Las Américas, Sede Viña del Mar, Mindfulness Based Stress Reduction Teacher Training, dice que en este período, que para muchas personas puede ser difícil, incorporar prácticas conscientes en la rutina diaria puede ayudar a calmar el estrés y la ansiedad, desarrollando habilidades de afrontamiento saludables y generando espacios para recargar energías y promover el bienestar físico y emocional.
El psicólogo comenta que esta es una práctica milenaria, que proviene del budismo y que en occidente comenzó a adquirir relevancia de la mano del doctor Jon Kabat-Zinn de la Universidad de Massachusetts, quien integró prácticas de yoga, zen y budismo, y desarrolló una técnica de reducción del estrés basada en la atención plena, definiendo al Mindfulness como “prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar, permitiendo aprender a relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo en nuestras vidas, aquí y ahora”. Claramente, una forma de tomar conciencia de la realidad, dando la oportunidad de trabajar conscientemente con el estrés, dolor, enfermedad, pérdidas o desafíos de la vida, en contraposición a ponerle atención a lo ocurrido en el pasado o lo que podría pasar en el futuro.
El académico de UDLA dice que la mañana puede ser un buen momento para realizar la práctica de Mindfulness, influyendo así positivamente en las actividades que se realicen durante el día. Puede elegirse cualquier actividad de atención plena que acomode a la persona, meditación, ejercicios, yoga, lo que incluso puede requerir tan solo de 5 minutos si se logra tomar conciencia de los patrones automáticos, detenerlos y elegir una nueva respuesta. Lo ideal es, por un momento, dejar todo de lado, buscar una posición cómoda, una postura relajada y respirar profundamente, concentrándose en ello.
“Mindfulness nos ayuda a tomarnos un momento para reducir la velocidad, a desactivar el piloto automático y permanecer presentes de manera consciente. Dedicar tiempo para practicar actividades conscientes en familia, por ejemplo, ayudará a que todos se sientan menos ansiosos. Puede ser una sesión de yoga diaria o incluso una caminata tranquila por un parque o cerro, dedicando tiempo a concentrarse en la forma en que se siente el aire, el sonido de los pájaros y el olor de los árboles”, detalla Gabriel Sánchez, quien entrega las siguientes sugerencias para la práctica de Mindfulness:
- Tómate un momento para hacer una pausa durante el día.
- Deja a un lado lo que estés haciendo o viviendo, respira profundo y lentamente varias veces. Observa las sensaciones del aire que entra y se exhala por la nariz.
- Acuéstate, cierra los ojos y escanea tu cuerpo mentalmente de la cabeza a los pies o en dirección opuesta, llevando tu atención a cada parte del cuerpo.
- No juzgues ni intentes cambiar nada.
“Si vives un momento de pocas certezas, intenta abrazar la incertidumbre, pues nadie sabe qué pasará, cuánto durará o cómo serán las cosas cuando termine. Sin embargo, una cosa que sí sabemos es que preocuparse por eso no cambiará el resultado. Aprender a tolerar la incertidumbre es una gran parte del desarrollo de habilidades de afrontamiento saludables para nosotros. Cuando te quedas en el momento presente, significa que observas lo que está sucediendo y cuando notes que tu mente es llevada a otra cosa, simlemente la traes de regreso, con el ancla de la respiración. Ahí es cuando esto se convierte en una habilidad”, agrega el especialista.