Radio Festival La radio en colores de Chile
Son 14 los nuevos beneficiarios del programa de reinserción “Oportunidades para la vida” (OPV), que hoy firmaron su contrato social en presencia del ministro de Justicia Hernán Larraín y el Alcalde Luis Mella al interior del Centro de Detención Preventiva (CDP) de Quillota, dando pie a su proceso de reinserción social, laboral y familiar, tres aspectos claves que abarca el programa desarrollado hace 8 años por la Municipalidad de Quillota en convenio con Gendarmería de Chile, y que actualmente es ejecutado por la fundación Banamor, dependiente del municipio.
En la oportunidad, encabezaron la ceremonia los 14 beneficiarios junto a sus familiares, en compañía de los diputados Daniel Verdessi y Andrés Longton; el gobernador provincial de Quillota, Iván Cisterna; el director nacional de Gendarmería, Cristian Alveal; consejero regional Cristián Mella; seremi de Justicia y Derechos Humanos, José Tomás Bartolucci; los concejales José Antonio Rebolar, Ramón Balbontín y Jaime Tapia; jefe del CDP Quillota, Mario Contreras; comisario jefe PDI Quillota, Vladimir Benavides; vicepresidente de fundación Banamor, Patricio Pardo.
Visita del Ministro de Justicia y Derecho Humanos
En el mes de mayo, el alcalde Luis Mella se reunió con el Ministro de Justicia, Hernán Larraín, para presentar los alcances y experiencia del programa de reinserción social, familiar y laboral “Oportunidades para la vida”, dando pie al compromiso del Ministro de visitar Quillota, el cual se cumplió hoy con su participación en un momento tan significativo, como es la firma del contrato social entre los beneficiarios y el Alcalde.
“He querido participar para aprobar, valorar el trabajo que ha hecho la Municipalidad de Quillota en esta área hace ya varios años, además no es algo inventado ni de última hora, y buscar con el alcalde Mella una alianza que nos permita comprometer a todos los municipios del país en esta misma línea, las municipalidades son motores del desarrollo local, y por lo tanto si lo pudo hacer qta lo pueden hacer todos” manifestó el ministro Larraín.
Desde esta visita, nacen otros compromisos con el Ministerio para apoyar el programa local y así obtener más recursos con el fin de aumentar los cupos y herramientas para su ejecución.
“Estamos contentos que el Ministro haya venido a Quillota y haya sido testigo de la firma del convenio” expresó el alcalde Luis Mella, quien agregó que “vamos a concursar como fundación Banamor a un concurso que va a llamar al ministerio para esta línea de trabajo, y además creo que podemos complementarnos en el programa que ellos tienen muy desarrollado el tema laboral con empresarios, pero creo que nosotros podemos aportar desde el rol de las municipalidades en cuanto a la reinserción social”.
En este sentido, el Ministro agrega que “lo que tenemos que hacer es sumar el esfuerzo del municipio con lo que estamos haciendo nosotros, y las oportunidades de trabajo que nosotros conseguimos en el sector privado ofrecerlas a Quillota y a su Municipio, eso le permitiría ahorrar lo que invierte y también en la capacitación, por ahí tenemos que buscar una fórmula de lo que hace el municipio”.
Oportunidades para la Vida
El programa está destinado a internos del CDP con residencia en Quillota, que estén en condiciones de optar a un beneficio de salida dentro de un año y cuenten con un familiar responsable dispuesto a participar, teniendo como clave dar una segunda oportunidad a quienes han cometido un error y desean recomponer su vida. Esto ha marcado el éxito del OPV con índices de un 92% de beneficiarios que no volvieron a delinquir. Lo cual le valió una distinción especial en el concurso “Construir Igualdad” 2018, que realiza el Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos, CIPDH de la Unesco, entre 31 iniciativas de toda Latinoamérica y el Caribe.
El alcalde Luis Mella, indicó que este es un programa “fundamentalmente con un enfoque integral, ve al ser humano y todas sus necesidades, desde la casa, la cama, la familia, el trabajo, la mercadería y que hasta ahora ha tenido excelentes resultados con un 98% éxito, es decir de cada 10, 9 no vuelven a delinquir. Es un programa mucho más económico a lo que se invierte en mantener a una persona en la cárcel, entonces bajo todo punto de vista es un gran programa es más económico, es más humano y es una forma concreta de luchar contra la delincuencia”.
La firma del contrato social que realiza el beneficiario con el alcalde, establece reglas de permanencia en el programa y compromisos mutuos. De ahí comienza un trabajo que incluye talleres y consejerías intrapenitenciarias, preparando a la persona para su salida al medio libre, en los ámbitos psicosocial y laboral. Además, en paralelo, profesionales de Fundación BanAmor trabajan directamente con sus familiares.
Además esta iniciativa integra a la Oficina Municipal de Intermediación Laboral, OMIL, para conseguir un trabajo al beneficiario durante los primeros tres meses en libertad, y luego hacer un seguimiento y acompañamiento hasta completar el primer año. Sin embargo los grandes talentos se deben rescatar y así fue el caso de Rodrigo Rojas, participante de la 3era generación del programa, quien estudió privado de libertad, siendo el único en el país que ha logrado finalizar su carrera en su situación, y que hoy es el encargado del taller Mecánico Municipal.
La experiencia de Rodrigo Rojas es un ejemplo y reconocimiento al esfuerzo, él relata lo difícil que es estudiar estando privado de libertad, pero que el programa le entregó las herramientas para intentarlo y lograrlo, “lo más motivacional que me hayan ayudado a cambiar la mentalidad, de que se puede” expresa Rodrigo, quien además cuenta que “el año 2016, cuando salí, el Alcalde me dio una oportunidad laboral de trabajar en la municipalidad de Quillota, ahora quiero terminar mi carrera porque con la libertad condicional me faltaron ramos, pero mi sueño es terminar mi carrera, gracias nuevamente a la Municipalidad de Quillota”.
