La curiosidad es, por naturaleza, un atributo que presentan probablemente todos los niños y niñas desde su nacimiento. Sin embargo, esta curiosidad necesita ser apoyada para desarrollarse de manera progresiva, introduciendo la ciencia al proyecto educativo con metodologías, ambientes y materiales apropiados.
En este contexto, y en sintonía con las actuales Bases Curriculares Educación Parvularia, Integra desarrolló un completo material educativo denominado “Juego, descubro y aprendo con ciencias”, documento que pretende constituir un marco teórico y práctico para el abordaje de las Ciencias en Educación Parvularia. Éste fue precisamente el marco en el que se llevó a cabo la capacitación en ciencias dirigida a educadoras de párvulos de todos los jardines infantiles de la región, instancia que buscó potenciar el rol de los equipos pedagógicos para favorecer diversas experiencias sensoriales, en ambientes educativos enriquecidos y con interacciones afectivas y cognitivas desafiantes para los niños y niñas.
La Directora Regional de Integra, Angelina Cortés, explicó que “esta capacitación busca seguir dotando de herramientas pedagógicas a nuestros equipos educativos, de manera de enriquecer la educación que entregamos en nuestros jardines infantiles. La enseñanza de la ciencia es fundamental para que los niños y niñas puedan comprender, en forma lúdica, el mundo en el que vivimos mediante observaciones, preguntas y exploraciones y así lo hemos podido constar en esta nueva jornada de formación”.
Por su parte, Loreto Barbieri, jefa del Departamento de Educación de Fundación Integra, explicó que “Los niños y las niñas tienen un interés innato, desde que nacen, incluso antes, de explorar y encontrar respuestas a lo que su entorno les ofrece; por lo tanto, este enfoque viene a hacerse cargo de ese interés natural genuino que tienen los niños en esta etapa y que busca de alguna forma poder sistematizar a través de algún enfoque, alguna propuesta, a través de oportunidades de aprendizajes que los adultos le brindemos, ese interés natural de poder vincularse, encontrar respuestas, conectarse con el entorno y sobre todo explorar a través de los sentidos”.
En efecto, aprender ciencias en edades tempranas permite a los niños desarrollar un gran número de habilidades científicas; entre ellas la habilidad de hacerse preguntas, plantear hipótesis, experimentar, sacar conclusiones y comunicarlas. También permite desarrollar actitudes científicas así como el pensamiento crítico y reflexivo.
Así lo reconoce Karin Weitzel, educadora de párvulos y participante de esta instancia de formación, quien señaló que “la ciencia uno la vincula y la ve lejana, pero realmente está en lo cotidiano, en cada una de las cosas que nosotros hacemos, utilizamos y experimentamos con ciertos materiales que nos permiten ir descubriendo e ir haciendo y conociendo y comprendiendo el mundo que nos rodea y desde ahí enseñarle a los niños, mediando y guiándolos en este descubrir; por eso yo creo que es tan importante la ciencia, además que nos permite la capacidad de poder reflexionar, de poder crear hipótesis, de poder realizar muchos procesos cognitivos para poder llegar a conocer y a descubrir el mundo que nos rodea; yo creo en todo lo que está a nuestro alrededor hay ciencia, entonces, por ahí es muy importante”.