El 76 por ciento de los privados de libertad que acceden al Programa Oportunidades Para la Vida no vuelven a delinquir. Esta cifra hace que la iniciativa, creada por la municipalidad de Quillota e implementada en el Centro de Detención Preventiva de la comuna, sea el más exitoso a nivel nacional.
El Programa, iniciado en el año 2012 e implementado a través de la Fundación BanAmor, ha intervenido a más de 150 internos. Este año son 15 más los privados de libertad que se suman al proceso de reinserción social y laboral. Esta nueva generación, la doceava desde el inicio del Programa (debió suspenderse durante la pandemia), firmó este miércoles el acuerdo simbólico donde cada participante se compromete, entre otros puntos, a mantener una conducta apropiada
La ceremonia, en la que participaron autoridades de Gendarmería y la casa edilicia, se efectuó en el auditorio de la unidad penal y fue encabezada por la seremi de Justicia y Derechos Humanos, Paula Gutiérrez Huenchuleo. La secretaria regional afirmó que: “El trabajo de reinserción social tiende a estar muy enfocado en lo que hace el Estado desde el nivel central, y el ejemplo que ha dado el municipio de Quillota, ya desde hace mucho tiempo, genera otras expectativas, pero también otro compromiso. Cuando son los municipios los que se involucran en la reinserción social nos permite dar una mirada comunitaria, una mirada integral de las personas”.
Por su parte el jefe del establecimiento penitenciario, teniente coronel Luigi Ugalde Bruna, sostuvo que: “Este programa se encuentra trabajando acá, en el Centro de Detención Preventiva de Quillota desde el año 2012, situación muy importante y relevante. Ha permitido tener una capacitación a alrededor de 150 internos, entre hombres y mujeres, y un porcentaje muy alto de reinserción, donde tres de cada cuatro internos no vuelven a delinquir y pueden ser reinsertado de manera efectiva en la sociedad”.
El acalde de Quillota y gestor de esta iniciativa, Luis Mella Gajardo, resaltó la importancia de la iniciativa en materia de seguridad.
“Se les ayuda a salir adelante con el objetivo de que no vuelvan a delinquir. Ha tenido un gran éxito, altos porcentajes de no reincidencia. Es un instrumento muy valioso en la seguridad pública. Es preventivo, pero, además, es muy humano. Esto es prevención del delito, esto es seguridad pública, es ayudar a que los delitos no aumenten. Es un esfuerzo del municipio para evitar la reincidencia y que todos puedan reinsertarse en la sociedad quillotana”.
Oportunidades Para la Vida comienza con la intervención mientras la persona, que debe tener residencia en Quillota, se mantiene cumpliendo una condena en la unidad penal local y continua con la intervención una vez que éste recupera la libertad. Además, el equipo del Programa se reúne con las familias de los usuarios y los prepara para recibirlo en el hogar. Este trabajo se extiende por un plazo aproximado de dos años y busca la inserción social y laboral del beneficiado.