Observatorios laborales: avanzar en una reconversión “verde” es uno de los desafíos del mundo laboral en nuestra región

Esta semana se realizó en la PUCV el Encuentro Anual de la Red de Observatorios Laborales del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE), que reúne a 16 organismos ubicados desde Arica a Magallanes. A ocho años de la instalación de esta iniciativa, el encuentro se enfocó en revisar de manera retrospectiva el programa en cuanto al rol que cumplen estas entidades en el desarrollo de las políticas públicas de capacitación, formación y empleo.

El objetivo del seminario es identificar avances, aprendizajes y oportunidades de mejora en la ejecución de la Red, en base a sus componentes y productos principales. Es organizado por el Observatorio Laboral de SENCE Valparaíso, que funciona dentro del Centro de Estudios y Asistencia Legislativa (CEAL) de la PUCV.

Al respecto, el jefe del departamento de intermediación y prospección laboral de la Subsecretaría del Trabajo, Nicolás Ratto, señaló que “los Observatorios Laborales son centrales para el diseño de políticas públicas, empleo, educación fomento productivo que tiene el país y entregan información valiosa para el diseño de políticas públicas y para los actores sociales, empleadores y la academia que requiere información. Este encuentro es valioso porque permite a los observatorios repensar lo que han venido haciendo y revalorizar esa experiencia, en diálogo con otras iniciativas para proyectar lo que se puede hacer y nuevas formas para gestionar el programa”. 

Felipe Mcrostie, encargo de la Unidad de Desarrollo Estratégico de SENCE y coordinador de la Unidad de Observatorios Laborales, expresó que la iniciativa surgió porque había una desconexión entre el mundo formativo y de capacitación con el mundo laboral, lo que se expresaba con el aumento de muchas personas con estudios que no encontraban empleo.

“Un 25% de los empleos estarían con alto riesgo por la automatización. En la práctica influyen una serie de factores como el costo de la tecnología en comparación al costo de los salarios, el poder de negociación de los trabajadores de los sindicatos y también la capacidad de las empresas para habilitar estas tecnologías. En estricto rigor el impacto es menor, es un proceso que estamos viendo con las cajas de los supermercados, pero todavía son acotados. Los empleos con mayor riesgo de automatización se vinculan a tareas rutinarias y repetitivas, que son posibles de reemplazar con tecnologías”, advirtió.

El experto añadió que antiguamente el mundo productivo se mantenía estable, más allá de los ciclos económicos. Hoy el mundo laboral se está transformando a velocidades mayores y eso implica que la necesidad de monitorear el tipo de ocupaciones que requiere el mercado sea imperativo.

“Los puestos de trabajo que requieren interacciones más complejas, como las relaciones interpersonales, hoy no cuentan con tecnologías que puedan reemplazarlas. Hemos tenido revoluciones tecnológicas en décadas anteriores, pero lo que ha pasado es que en términos netos no se ha perdido empleo, sino que se ha generado más trabajo porque la tecnología permite aumentar la productividad y reasignar a los trabajadores a distintos sectores económicos y ocupaciones”, advirtió.

DESAFÍOS EN CUIDADOS Y CONDUCTORES PROFESIONALES

La secretaria regional ministerial de Trabajo, Susana Calderón, expresó que como región tenemos desafíos en varios ámbitos incluyendo la automatización, nuevas demografías, transición medioambiental y esto se vincula también con la inclusión de mujeres, migración y cómo vincular la formación con los desafíos del país.

“Valparaíso es la única región del país que tiene todo el catálogo de unidades productivas: minería, portuario, agricultura, educación y salud, pero necesitamos articularlo. El Observatorio Laboral de SENCE Valparaíso (OLV) es un aliado estratégico que nos permite mirar de forma cualitativa y cuantitativa el dato regional para vincularlo con las orientaciones gubernamentales, pensando en el enfoque de género, el desarrollo medioambiental y más protección de las garantías sociales”, complementó.   

La directora regional de SENCE, Angélica Gutiérrez, añadió que la región de Valparaíso enfrenta un periodo de fuerte reconversión laboral. “La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha realizado estudios respecto a nuestra región y uno de ellos se relaciona con el desafío de reconversión verde y no tan sólo en el comercio. Hay brechas de necesidades laborales, por ejemplo, tenemos una carencia de 3 mil conductores profesionales”, apuntó.

En ese sentido, hizo un llamado a revisar la oferta pública que existe para capacitación donde se percibe una necesidad grande en el sistema de cuidados, que hoy está focalizado en las mujeres.

“Necesitamos profesionalizar y remunerar el cuidado, considerando conceptos demográficos como el envejecimiento de la población, lo que va a ser una buena oportunidad de trabajo. Como SENCE vamos a pilotear un programa de cuidados en términos de capacitación y es la región que tiene más cupos a nivel nacional, con un total de 400. Es una oportunidad para que los trabajadores que han sido despedidos en el ámbito del comercio puedan enfrentar la reconversión tecnológica”, precisó.  

Finalmente, el director ejecutivo del OLV, Drago Radovic, recordó que la pandemia golpeó fuertemente a nuestra región, en especial en comercio y turismo y también en el ámbito de equidad de género. “Dentro de esos sectores se han afectado mucho las mujeres, que han retrocedido en el ámbito de la empleabilidad en más de 10 años. Esto se ha trabajado, hemos realizado levantamientos sectoriales y también segmentados, con empresas de distintos tamaños. Estamos trabajando con 10 sectores productivos, lo que es un desafío y un gran logro porque nos permite tener una foto más completa de cómo está la situación al cierre del 2023”, complementó.

Los factores económicos son transversales y afectan directamente en el mundo del trabajo, donde la inflación ha generado una contracción en el consumo, que se refleja también en una baja en el comercio y el turismo.

“Dentro de los elementos más complejos de identificar está la oferta laboral, la demanda viene de las empresas y la oferta de las personas. En ese sentido, levantar esos datos requiere un acercamiento con las personas. Desde febrero de 2023 nos encontramos haciendo un levantamiento con el apoyo de las OMIL de cada una de las 38 comunas de la región de Valparaíso para saber sus intereses y necesidades. Es un desafío para implementarlo y generar una ruta de empleabilidad en red”, concluyó.

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