“Lo único que quería era caminar. Porque yo quiero seguir trabajando. Yo quiero ir a trabajar. No quiero una prótesis, porque voy a sentarme a la pieza, en la cama a dormir. Mejor no pido, me quedo en una silla de ruedas”. Así describe sus primeras reacciones Daniel Fuentes, quien hace dos años perdió su pierna derecha como consecuencia de un accidente de trabajo. Hoy se moviliza con una nueva pieza, más adaptada a sus necesidades y que le permite seguir trabajando en construcción. Daniel es uno de los pacientes que desde diciembre, forma parte del Programa de Prótesis 2024 – 2025 y que permite que usuarios y usuarias de toda la red del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota Petorca, accedan a prótesis para amputaciones mayores de extremidades inferiores, tanto transfemorales como transtibiales.
Apoyo profesional para fortalecer la autonomía
Melisa Salazar, Coordinadora del Área Ambulatoria de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación explica que “este es un Programa que está para toda la red, todos los Hospitales estamos trabajando para hacer este Programa lo más integral posible, para que llegue a todos lados”. Por eso, una de las novedades de este proceso, es la incorporación de una psicóloga y una asistente social, que apoyan a las familias y fomentan el uso permanente de la prótesis y con ello, el éxito de la inserción de cada paciente.
La psicóloga Gabriela Miranda, aclara que “la labor específica es evaluar el estado anterior a lo que se viene, cuáles son las expectativas del paciente, cómo se enfrentan a la prótesis, si son expectativas realistas, si están preparados, si tienen una buena tendencia a la autonomía, a la independencia, si a largo plazo, ellos quieren desempeñarse más autónomamente. Eso es una de las cosas que evaluamos y después, nos gusta estar en el momento en que se ponen nuevamente de pie, porque hay un antes y un después de ese momento”.
Trabajo en red
La trabajadora social Lorena Barriga, explica que “nosotros evaluamos las redes de apoyo, la habitabilidad de la vivienda, además vemos la capacidad del paciente para poder recibir una prótesis y tener una rehabilitación efectiva; verificamos que sí la van a utilizar y es el paciente adecuado para que la reciba. Eso, y en conjunto con la psicóloga, vemos el tema emocional para hacer un seguimiento y también la conectividad con las otras duplas de los otros Hospitales, porque estamos trabajando no solamente con el Fricke, sino que estamos trabajando con Biprovincial (Quillota Petorca), con Calera, con Quilpué, entonces tenemos una amplia red”.
Esto, porque no todos los pacientes son candidatos a prótesis ya que deben cumplir ciertos criterios médicos y también psicológicos y sociales que garanticen que la prótesis será un aporte permanente en su calidad de vida. Tal como lo reseña la Dra. Tatiana Aldunate, Subdirectora Médica del Hospital Fricke, “no poder caminar obviamente que te dificulta participar en las actividades laborales o en actividades familiares, poder trasladarse con sus propios medios de un lugar a otro, uno que lo tiene no se da cuenta lo importante que es cuando falta. Y, por lo tanto, aquellos pacientes que han perdido extremidades, poder contar con una prótesis que les permita salir de ese sillón o salir de esa habitación y volver a formar parte de la vida diaria o en el lugar que sea, es muy importante. Y entonces, tener un equipo que va a hacer la rehabilitación, colocar la prótesis y enseñar a usarla eficientemente es súper importante. Además que es un trabajo en red porque aquí se coloca la prótesis, pero la rehabilitación es en otro establecimiento de salud. Este es el mejor ejemplo de cómo distintos establecimientos de la red, desde el más complejo a los menos complejos, pueden participar en terminar de completar la adecuada salud en nuestro paciente”, concluye.