Durante este verano la Municipalidad de La Cruz, a través de su Parque Acuático, ha implementado un nuevo taller para niños y jóvenes con capacidades diferentes. Se trata del nuevo Taller de Natación Inclusivo, el cual se imparte gratuitamente a vecinos y vecinas con diferentes trastornos cognitivos, sensoriales o físicos como Síndrome Down, Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDH), autismo de alto y bajo rendimiento, e incluso alumnos con problemas auditivos.
“El objetivo de la natación inclusiva se basa en ambientar y familiarizar a los niños y niñas sobre el medio acuático. El proyecto, impulsado por la alcaldesa Maité Larrondo, se enfoca en integrar a estos niños y sus familias desde un punto de vista integral. Permite vincularlos a través de una herramienta tan importante como lo es la natación, realizado por profesionales calificados. Este vínculo permite favorecer el proceso de aprendizaje de manera afectiva, enmarcándose en el enfoque de inclusión que tiene la municipalidad de La Cruz”, comentó el Director de Educación Municipal, Gonzalo Vicencio.
“Este tipo de oportunidades no encuentra en ningún lado. Llevo dos años viviendo en La Cruz y mis dos hijos, Camila de 9 y Cristóbal de 5, participan tanto en Hipoetrapia como en este nuevo Taller de Natación. Ambos tienen síndrome down. Cada vez hay más niños con necesidades especiales, entonces que se hagan estos talleres es una oportunidad para aprender, para avanzar y para incluirse en la sociedad” agregó Carol Briones, madre de dos alumnos.
“Otro de los objetivos principales de esta disciplina es poder enseñarles a los niños, niñas y jóvenes de manera tal que puedan ser derivados al Taller de Natación común y corriente, que se realiza a diario en el Parque Acuático. Eso es inclusión”, aseguró uno de los profesores a cargo Daniel Rojas.
“Este taller lo encuentro súper bueno porque en la mayoría de los lugares se les realiza una clase grupal para que ellos jueguen y no aprenden mucho. Acá las clases son personalizadas y ya desde la primera clase mi hijo ya estaba flotando. Los profesores son amorosos y con mucha vocación”, comentó Jaqueline Toledo, vecina calerana cuyo hijo de 10 años con autismo asiste al taller.