Luego de cumplir el 75% de su periodo como Gobernador Regional, ya son varios los que comienzan a efectuar balances sobre la gestión de Rodrigo Mundaca, sobre todo de lo que fue la gran promesa de campaña: solucionar la crisis hídrica y la sequía.
“Hasta ahora solo lo hemos visto optar por la distribución d de agua en camiones aljibes, al estilo “aguatero”, sin diseñar y embarcarse en proyectos que entreguen soluciones permanentes. Más pareciera que hay una intención de mantener vivo este problema porque es su ‘caballito de batalla’, pero al final lo que está poniendo en práctica es una política de deshidratación de la región.», indicó el Core Marcos Tricallotis.
Agregó que hasta la fecha no existen medidas concreta para enfrentar la crisis hídrica en la Región.
“No tenemos un programa de alimentación de embalses, tampoco trabajo en las comisiones respectivas ni siquiera iniciativas de la propia gobernación para levantar estudios o búsqueda de nuevas soluciones. Tampoco se está trabajando en proyectos de reconversión de aguas grises, que van a dar directo al mar, por último para ser usada en riego y así liberar el agua potable para consumo humano. Qué decir de la planta desalinizadora que ha visto solo reparos por parte del Gobernador. Estos son los demás que deberían ser su prioridad y no estar pensando en ser Presidente de los Gobernadores, que claramente tiene tintes más políticos y hasta ideológicos”, manifestó Tricallotis.
Según el consejero, a esto se sumaría la pasividad de varios al interior del Consejo Regional, representantes de distintos partidos incluyendo a la oposición, los cuales han tenido una actitud complaciente con la gestión de Mundaca.
«La región de Valparaíso tiene todas las potencialidades para convertirse en una zona eco-industrial, generando empleo para que los habitantes no tenga que trasladarse a Santiago, pero todas las inversiones son detenidas por temas ideológicos, lo cual termina frenando los proyectos y usando como excusas el tema medioambiental, en circunstancias que con la tecnología que hoy existe perfectamente se pueden exigir sistemas productivos limpios y sustentables, además de ser muy eficientes en el cuidado del medioambiente», agregó Tricallotis.
A esto se sumarían otras debilidades en la gestión de Mundaca, como por ejemplo, el deficiente desempeño para mejorar los índices de empleo, y debilidad para enfrentar la delincuencia e inseguridad.