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Con el fin de reforzar el llamado a cuidar el agua y concientizar a la ciudadanía sobre la crisis hídrica que vive nuestro país, el Gobierno lanzó la campaña comunicacional «#Hay2opciones: o cuidamos el agua o nos quedamos sin ella», para dejar en evidencia que estamos viviendo una de las peores sequías desde que se tiene registro y que eso tiene efectos tan negativos como la disminución en la capacidad de producir alimentos.
Bajo ese contexto, las autoridades regionales llegaron hasta el Lago Peñuelas en Valparaíso para evidenciar, una vez más, la grave sequía que azota a Chile, siendo uno de los 10 países más vulnerables a los efectos de estos cambios y crisis climáticos y una de las consecuencias más graves es que llevamos 13 años enfrentando una de las sequías más intensas y perjudiciales desde que se cuenta con registros.
En ese contexto, el Delegado Presidencial Regional de Valparaíso, Jorge Martínez, comentó que ya no se puede hablar de cambio climático, sino de crisis climática debido a la falta de lluvia. “El Lago Peñuelas surtía de agua potable a gran parte de la Región de Valparaíso, uno de los lagos más grandes de nuestra región. Estamos en un lugar donde a la altura nuestra debería haber botes, y esto está absolutamente seco. No obstante lo cual, durante el año 2021, gracias a inversiones públicas y privadas, a una buena relación con los agricultores, pudimos llenar el 70% de la capacidad del Embalse Los Aromos, con lo cual estamos asegurando todo el Gran Valparaíso y la zona norte de la región, que además nos permite llenar camiones aljibes que van a otras partes de la región, sobretodo la provincia de Petorca que siempre ha sido la más afectada. Y por otra parte se ha usado los acuíferos, la poca agua que nos queda bajo tierra ha sido muy bien empleada, y en esta época algo de deshielo, que también ha permitido que no tengamos perjuicio sobre los alimentos”.
Asimismo, hizo un llamado a la ciudadanía a regular su consumo y cuidar este preciado bien natural. “Efectivamente, gracias a un trabajo gigante, vamos a tener agua asegurada para consumo humano hasta mayo de este año, y vamos a depender de las lluvias que vengan, porque el agua cae del cielo. Tenemos una gran inversión. Pero en definitiva el agua es a tomar conciencia, a que cuidemos el agua. El uso del agua doméstica ha alcanzado niveles mucho más altos del porcentaje que significaba el agua que tenemos de la naturaleza. Ya no podemos dejar el agua corriendo, ya no nos podemos dar duchas eternas, ya no podemos regar».
Por su parte, el Seremi de Agricultura, Humberto Lepe, explicó que no solo la falta de agua repercute en la producción, sino que también en lo que es la vida silvestre, como lo es el caso de la apicultura, los que “estaban acostumbrados a producir a partir de lo que era la vegetación nativa y hoy eso se ha visto seriamente deteriorado y hemos tenido que hacer complementos de alimentos no para lograr producción, sino para que vivan las abejas, las que son claves para la producción frutícola y para la vida de la naturaleza. Entonces vamos a ver que esta situación se irá complicando en incendios forestales, en la vegetación nativa y regeneración del ciclo del agua. Hoy el desafío es ponerle término y asumir que solo tenemos 2 oportunidades: o cuidamos el agua o definitivamente la perdemos. Y como región hemos hecho un tremendo esfuerzo en los últimos cuatro años cuadruplicando la inversión que se está haciendo en riego lo que permite mantener la cadena de abastecimiento con el esfuerzo de todos. Todos deben colaborar en cuidar el agua”.
Bajo ese contexto, el Seremi de Obras Públicas, Raúl Fuhrer, explicó que «la Región de Valparaíso es una de las más afectadas en la zona centro y centro-norte del país. Es una región con el déficit del 80% en la acumulación de nieve, la que es fundamental para la reserva, para poder asegurar los caudales y también la recarga de los acuíferos. Lamentablemente estamos con los niveles mínimos de reserva en la nieve, embalses y tranques. Hoy día lo podemos ver en el Lago Peñuelas, que está con menos del 1% de su capacidad, donde este es un lago que se abastecía solamente con pluviometría. Aquí no hay aguas que se hayan desviado, es agua que no ha caído de lluvia y hoy día nos tiene en esta condición, condición que indudablemente la han tratado de apalear con las gestiones realizadas durante el 2021”.
En tanto, el director regional de CONAF, Sandro Bruzzone, manifestó que “una crisis hídrica acumulada en el tiempo hace que la humedad del recurso natural, de los bosques, del suelo, genere una posibilidad de riesgo de ignición y propagación mucho más alta que en una condición normal. Y por otra parte, la disponibilidad de agua para combatir, efectivamente, nos pone en un dilema cuando tenemos que enfrentarnos al agua para alimento, el agua para bebida. Sin duda que se genera un conflicto cuando hay que hacer una operación y decidir de dónde obtener el agua. El agua de mar es eficiente en el combate de helicópteros, sin embargo, la eficiencia disminuye en la medida que este incendio está más lejos del mar. Entonces las posibilidades de poder combatir los incendios forestales, utilizando el agua, requieren de una racionalización muy efectiva”.
Finalmente, Bruzzone afirmó que “de todas maneras, hay que pensar que el consumo de agua para los incendios no es tan alto; lo que uno observa es que hay una gran carga, hay una gran cantidad de lanzamientos, pero la sumatoria es mínima frente a otros procesos productivos u otras necesidades del ecosistema en sí o de la ciudadanía en general”.
