Desde el año 2002, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y las ONG estadounidenses Oikonos e Island Conservation trabajan en conjunto en pro de la conservación de las aves marinas (nativas y endémicas) del archipiélago de Juan Fernández, cuya supervivencia se encuentra amenazada debido a la proliferación de especies exóticas invasoras y los últimos frentes de mal tiempo.
Durante este periodo han desarrollado diferentes iniciativas para el control de mamíferos en las colonias de nidificación, la eliminación de ejemplares arbóreos exóticos y la educación ambiental de la comunidad isleña, entre otras materias.
En ese contexto y con toda la información recopilada durante más de una década de investigación, la institución forestal y las ONG preparan un nuevo plan de protección para el picaflor de Juan Fernández (Sephanoides fernandensis), ave endémica y en peligro de extinción.
Al respecto, el director regional de CONAF Valparaíso, Héctor Correa, sostuvo que “la población del picaflor de Juan Fernández ha disminuido principalmente producto de las especies exóticas invasoras que la depredan o restringen sus fuentes naturales de alimentación”.
No obstante, añadió que “entre los años 2015 y 2016, también se registró un importante descenso en el número de ejemplares a raíz de los temporales que afectaron al archipiélago, los cuales arrasaron con parte de su hábitat”.
“Es urgente realizar un nuevo plan de conservación del picaflor de Juan Fernández que contenga toda la información almacenada durante el transcurso de los años, que replique y extienda las experiencias exitosas, pero, sobre todo, que incorpore a la comunidad del archipiélago”, manifestó.
Para el biólogo y director de programas en Chile de la ONG Oikonos, Peter Hodum, la nueva estrategia debe contemplar la erradicación de mamíferos -gatos, conejos, roedores y coatíes, entre otros-; la ampliación de la cobertura de control de las plantas introducidas –tales como el maqui y la zarzamora-; y la reforestación con vegetación nativa, particularmente Sophora fernandeziana.
“Podríamos de una manera sistemática e intencional replantar Sophora fernandeziana, porque CONAF tiene un buen programa de cultivo de plantas nativas y endémicas del archipiélago, y podríamos empezar a replantar esas especies claves para aumentar las fuentes de alimentación del picaflor”, detalló.
En la misma línea, Hodum propuso continuar con la limpieza de los claros (extracción de zarzamora y maqui) dentro de los bosques en el sector de El Yunque, principal centro de nidificación de esta emblemática ave, dejándolos accesibles para la regeneración de vegetación nativa.
A su vez, estima necesario el desarrollo de más y mejores campañas de educación ambiental. “Si realmente queremos tener un programa de conservación que dure en el tiempo, la participación de la comunidad es esencial”, recalcó.
El experto también se refirió al cuidado de la fardela blanca (Ardenna creatopus), otra ave representativa de Juan Fernández. Sobre este punto, enfatizó que es importante crear más cercos – de mayor calidad y extensión- para impedir el ingreso de animales a las cuevas donde nidifican, especialmente en la isla Robinson Crusoe.
Cabe señalar que CONAF y las ONG han constatado durante los últimos dos años, una disminución de aproximadamente un 50 % en las tasas de nidificación del picaflor de Juan Fernández. Actualmente, registra una población de alrededor de 600 ejemplares en el archipiélago.