Ya son más de 60 las personas privadas de libertad que han formado parte del Programa Oportunidades para la Vida, iniciativa desarrollada por la municipalidad de Quillota y Gendarmería desde el 2012 en el Centro de Detención Preventiva (CDP) de Quillota. Hasta la fecha un promedio del 85 por ciento de los reclusos ha logrado dejar atrás sus historias de delincuencia y reinsertarse en la sociedad.
Con el objetivo de mantener y mejorar está altísima cifra de inserción es que cerca del mediodía de este viernes se efectuó, al interior del CDP, la ceremonia de firma de acuerdos entre los 14 internos del establecimiento penitenciario y el alcalde del municipio local, Luis Mella.
Culminada la actividad, en la que estuvieron presentes los equipos municipales y de Gendarmería encargados de desarrollar el Programa, el director regional de la institución verde boldo, coronel Eduardo muñoz, sostuvo que: «Este programa de reinserción, como lo señala su nombre, da reales oportunidades para que las personas que han cumplido una condena en el Centro de Detención Preventiva de Quillota se incorporen positivamente al barrio, a la comunidad, y pasen a ser parte importante de la fuerza laboral de la comuna”.
Por su parte el edil quillotano manifestó su seguridad de que los nuevos beneficiados aprovecharán la oportunidad.
“Creemos en ellos y estamos seguros que van a salir adelante. Ellos pueden contar con el apoyo de Gendarmería y el Municipio. Entre el 80 y 90 por ciento de los participan no vuelven a reincidir y eso es un gran logro, porque los programas como este a nivel mundial y local obtienen porcentajes inferiores”.
Cabe destacar que esta iniciativa no solo interviene al privado de libertad, también se incluye a la familia de éste. El núcleo familiar es preparado para el retorno del hombre o mujer que se encuentra cumpliendo una condena, lo que es fundamental en el proceso de reinserción.
Sí se puede
Julio Vera tiene 36 años y fue condenado a diez años por un robo con violencia. En junio del 2016 salió con libertad condicional. Antes de recobrar su libertad comenzó a ser intervenido por los profesionales del programa. Él es uno de los tantos internos que logró reinsertarse y hoy trabaja como cualquier otro quillotano.
“La municipalidad y la gobernación de Quillota me dieron los permisos y apoyo financiero para instalarme con un carrito de frutas y verduras y ese es mi sustento actualmente. Me ha ido bien. Mi señora se maneja en el rubro de venta de verduras, ella me orientó y el programa me ayudó con los permisos para independizarme y tener mi carrito”.
Julio entregó su testimonio durante la ceremonia en la que también estuvieron presentes los familiares de los 14 internos. Su historia fue escuchada atentamente por Jonathan Martínez, quien firmó el acuerdo que representa su esperanza de cambio.
“Estoy contento, alegre, porque para mí es una ayuda muy grande que me está dando Gendarmería. Para mí esto es para integrarme a la sociedad y no cometer más errores. Mi familia está muy contenta, me está apoyando al cien por ciento”.
Los deseos de cambio expresados por Jonathan son los de cada una de las personas que le dieron la mano al alcalde luego de firmar el convenio. Ellos saben que algunos de sus compañeros de celda dejaron atrás los delitos y ahora les toca a ellos.