El Zoológico de Quilpué es uno de los atractivos que tiene la Región de Valparaíso, no sólo para los habitantes de la zona, sino que también para los visitantes, sin embargo, en los últimos años ha venido evidenciando un deterioro acumulativo, producto fundamentalmente porque no es capaz de autofinanciarse por el concepto de entradas al recinto y además hay un mayor compromiso y sensibilidad hacia el bienestar animal y esa situación conlleva a replantearse la forma en que se administran y las exigencias mínimas que deben tener estos recintos.
Esto ha obligado al municipio de la ciudad a tener que estar subvencionando al parque, pero los recursos no han sido suficientes, porque la comuna también tiene otras necesidades urgentes. Es por esta razón, que hace varios meses se viene conversando y trabajando en una propuesta entre la municipalidad y el consejero regional Manuel Millones, la cual apunta a efectuar una reconversión total del espacio y pasar de un zoológico a un Santuario Parque.
«Hemos tenido varias conversaciones con la alcaldesa Valeria Melipillán, de modo de trabajar en tres líneas. Primero, un plan de rescate para colaborar en los gastos operacionales del parque zoológico, amparado en la glosa de la Ley de Presupuesto que nos permite apoyar a los municipios u otras entidades que administren parques. Segundo, una intervención general para iniciar una reconversión de todo el recinto, especialmente vinculado a mejorar las condiciones de seguridad, ampliar las jaulas y señaléticas. Y finalmente, una tercera etapa y definitiva, que es la compra de los terrenos, tanto los pertenecientes al Fundo El Carmen, como también Hijuelas, San Francisco y otros», explicó el Core.
Se trata de un proceso de reconversión que cambie el sentido de los espacios físicos y vaya dando paso paulatinamente a un santuario donde la comunidad pueda tener alternativas de actividades.
Sobre el tema de los gastos operacionales, se ha analizado la posibilidad que el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) se haga cargo como unidad técnica del proyecto, considerando que ya tiene la experiencia en el caso del Zoológico Metropolitano, donde actúa cómo administrador.
También debemos avanzar en diseñar un Parque de la Familia al interior del Santuario, una clínica veterinaria, un cementerio de mascotas y un centro de rescate, lo cual podría comprometer el apoyo financiero desde el Gobierno Regional u otra repartición estatal.
Todo sin perder de vista que el principal objetivo de estas intervenciones es el bienestar animal.