Después de tres semanas de vacaciones, donde las responsabilidades del colegio estuvieron guardadas, muchos padres y estudiantes se preguntan cómo retomar la rutina escolar. Según Matías García Abbott, Psicólogo Clínico de CAPSI UNAB Sede Viña del Mar: “de acuerdo con los múltiples cambios que hemos estado experimentando estos últimos años, resulta importante considerar no solo la ansiedad que genera el contexto de la pandemia y sus necesarios cuidados, sino que también la prolongación de las vacaciones de invierno durante este año”.
Para el académico este hecho inédito implica una experiencia nueva para la mayoría de las familias, junto con un tiempo más extenso alejado de la rutina habitual que exige la escolaridad. “Debido a esto, se viven nuevas experiencias en cada hogar, lo que puede generar en las niñas y niños algunos desajustes, que en gran medida requerirán de adaptación y atención por parte de las familias y los colegios”, informó el Psicólogo Clínico de CAPSI UNAB Sede Viña del Mar.
La primera recomendación o consejo que entrega el académico es que siempre se debe tener en cuenta lo antes mencionado “y que el retorno a la estructura de las clases se realice en un ambiente de afecto, confianza y buen trato propiciando la necesaria readaptación”.
Asimismo, agregó que “resulta práctico y efectivo promover previamente el orden e higiene del sueño, de modo que estén disponibles las energías necesarias para enfrentar las distintas jornadas escolares”.
El psicólogo clínico señaló que todo puede trabajarse tempranamente y durante la primera semana de clases. “La organización de horarios de estudio durante la semana es fundamental. Esto no solo pensado en el cumplimiento de los deberes escolares, sino que también para que los niños, niñas y adolescentes cuenten con el tiempo suficiente para recrearse y disfrutar de las etapas propias de su desarrollo”, explicó el profesional.
Incentivar el Aprendizaje
“La educación es parte fundamental para el desarrollo de los niños y niñas. Mediante su formación desarrollan una necesaria autonomía y se encuentran con una realidad distinta a aquella que amparan las familias. Entonces es una vivencia más parecida al mundo real, donde hay satisfacción y frustración por igual. Los padres precisamente deben posibilitar esta experiencia creadora de aprendizajes no solo educativos”, precisó Matías García Abott.
Para el académico es importante destacar que el aprendizaje no solo se da en un contexto escolar, sino que se genera en la gran mayoría de actividades que los padres tienen con sus hijos, como “leerles cuentos, cantar, jugar, practicar algún deporte juntos y contarles historias que incentivarán su curiosidad por aprender, lo que sin dudas mantendrán en el colegio”.
En el caso particular de los adolescentes el profesional recomienda escucharlos, empatizando con sus necesidades. “Conectarse con ellos, con sus temores y aprensiones, en un periodo de cambios emocionales, físicos, sociales y cognitivos, parece ser la mejor manera de incentivar el aprendizaje y proteger su salud mental, en un momento donde los estudios pueden ser una prioridad postergada ante la búsqueda de la identidad”, comentó.
Retrocesos en el Aprendizaje
Si se observan retrocesos en el aprendizaje en los escolares, el académico indicó que se debe estar atentos a los múltiples factores que pueden estar interviniendo en esta situación. “Es posible que la mayor parte de los retrocesos sean temporales y desaparezcan en la medida que exista readaptación al segundo semestre, pero también este fenómeno puede ser a causa del rezago generado por la educación virtual de los últimos dos años, que se traduce en dificultades para separarse de las figuras de apego después de un tiempo prolongado o bien la identificación de un trastorno del aprendizaje y/o afectivo que esté interviniendo los procesos educativos. Estos deben ser abordados con apoyo profesional del área de la psicología infantil o bien desde la educación diferencial o la psicopedagogía”, concluyó.