«Sin duda, esta carrera te invita a no quedarte en la orilla de la playa sino que a cruzar la ola y sumergirte bajo un mar de conocimiento en donde siempre hay preguntas por resolver”, es el testimonio de la oceanógrafa Victoria Salas, quien estudió en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) que es la única que imparte esta carrera en Chile.
La Oceanografía es abordada desde diversas áreas en la Escuela de Ciencias del Mar de la PUCV: física, biológica, química y geológica. Esto, se suma al sello que se le da a la carrera, enfocando la formación profesional en el contexto del cambio climático que afecta al planeta, y, por cierto, al océano, según explicó el director Dante Queirolo.
“Tenemos un nuevo edificio con una infraestructura de primer nivel y sostenible. Contamos con modernas salas de clases y laboratorios en las áreas de biogeoquímica marina y de oceanografía biológica y biotecnología. Para docencia práctica, hay laboratorios multipropósito y de computación, así como unidades y equipos de apoyo tales como el taller de operaciones marinas, el laboratorio experimental de acuicultura y un computador de alto desempeño (HPC) que es fundamental para el área de investigación y el desarrollo de modelos para explicar los procesos en los océanos”, detalló.
Además, la Escuela de Ciencias del Mar de la PUCV administra la Piscicultura de Río Blanco, ubicado en la comuna de Los Andes, y es reconocida como una de las primeras de sudamérica dedicada a la producción sustentable de truchas. La Universidad también forma parte de la Fundación San Ignacio del Huinay, que cuenta con una Estación Científica de reconocimiento internacional ubicada en el Fiordo Comau en la región de Los Lagos, un verdadero laboratorio natural.
Qué opinan estudiantes, egresados y profesores
Respecto de la relevancia de abordar la contingencia ambiental durante la carrera, Darleen Riveros, licenciada en Oceanografía de la PUCV planteó que “el cambio climático está variando constantemente nuestros océanos. La oceanografía nos entrega el conocimiento para comprender la dinámica y fragilidad de los ecosistemas marinos”
Por otro lado, el profesor Eduardo Quiroga, abordó cómo los efectos, procesos o materiales que son el resultado de actividades humanas influyen en el mar: «Las actividades antropogénicas constituyen una de las principales amenazas de la biodiversidad marina y sus hábitats debido a los cambios ambientales que pueden ocasionar. El trabajo en terreno de los Oceanógrafos es fundamental para evaluar los impactos ambientales y comprender sus posibles efectos a largo plazo”.
Respecto de las motivaciones para estudiar la carrera, la oceanógrafa del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), quien estudio en la Católica de Valparaíso, Úrsula Cifuentes contó que “la curiosidad por conocer lo que hay bajo el mar, me llevó a buscar nuevas opciones de profesión, y así logré conocer la Oceanografía”.
Queirolo resaltó que a nivel internacional la carrera se imparte en algunos países y que en general se estudia la oceanografía como parte de los programas de postgrados: “Ese es otro de nuestros sellos, que ofrecemos la posibilidad de estudiar los océanos desde todas las áreas, en una carrera de pregrado que tienen amplias posibilidades de desarrollo profesional en el sector público, privado y en el área de investigación”.