Una cantante que se ha transformado en uno de los grandes íconos de la bohemia porteña, como lo es Lucy Briceño; una familia que a través de varias generaciones ha mantenido la tradición campesina del canto a lo poeta, como lo han hecho los Madariaga (Arnoldo padre e hijo y Emma) de Cartagena; y la transmisora de tradiciones del pueblo Rapa Nui, Isabel Pakarati; se transformaron este 2017 en los nuevos Tesoros Humanos Vivos, que por primera vez consideró la entrega de este reconocimiento a 3 representantes de una misma región, ya que todos ellos son de la Región de Valparaíso. Por esa razón el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, llegó hasta local porteño El Rincón de las Guitarras para realizar este anuncio que también consideró a la Sociedad de Morenos de Paso de María Cárcamo, Manuela de Marconi y Corazón de María, de la Región de Arica y Parinacota.
Para el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, “estar una vez más reconociendo a personas y grupos que desde sus territorios se encargan de mantener vivas expresiones culturales significativas para sus comunidades, es algo que nos llena de orgullo pero también nos impone nuevos desafíos. Sabemos que después de 9 años y 46 reconocimientos, es necesario diversificar y profundizar en las estrategias de trabajo que permitan la salvaguardia de estas prácticas y saberes. Como Consejo de la Cultura hemos avanzado y fortalecido este proceso, y seguiremos en la misma línea desde el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio”.
Por su parte la directora regional de Cultura, Nélida Pozo, expresó que “hoy tenemos el corazón hinchado y nos embarga la emoción, porque se hareconocido a cultores de diferentes territorios de nuestra región, pero que representan muy bien el valor de tradiciones que están enraizadas en sus comunidades y que ellos se han encargado de difundir y proyectar a nuevas generaciones. Como Región de Valparaíso no podemos estar más contentos con esta noticia.”.
Tesoros Humanos Vivos es un reconocimiento a personas y/o colectivos que han sido considerados como portadores de manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial presente en Chile, de manera de contribuir a la salvaguardia de manifestaciones consideradas relevantes y/o significativas para sus cultores (as) y los colectivos que representan. La elección estuvo a cargo de comités expertos regionales y un Comité Experto Nacional; todos conformados por personas del ámbito público y privado, representantes de la academia, de la sociedad civil, cultores (as), entre otros.
Cada uno de los cuatro reconocidos recibirán un estímulo económico de $3.000.000 para cada cultor/a individual y $7.000.000 para cada comunidad o colectivo.
Los Reconocidos
La familia Madariaga suma el reconocimiento como THV -en la categoría comunidades- a la reciente distinción recibida de manos de la propia Presidenta Michelle Bachelet, en septiembre pasado, con el Premio a la Trayectoria en Cultura Tradicional Margot Loyola, por su aporte en la formación. El canto a lo poeta es una antigua manifestación cultural y devocional de la zona centro de Chile – de aproximadamente 400 años de antigüedad- e incluye el canto a lo divino, el canto a lo humano y la paya, además de la interpretación de instrumentos tradicionales como la guitarra traspuesta y el guitarrón chileno. Esa es la labor que desde la comuna de Cartagena ha encabezado la familia Madariaga, integrada por Arnoldo Madariaga Encina (80 años), su hijo Arnoldo Madariaga López (52 años) y su nieta Emma Madariaga Valladares (15 años), que se convirtió en la cultora más joven en obtener la distinción que -siguiendo las sugerencias de Unesco- entrega en nuestro país el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA).
Lucy Briceño (categoría cultores individuales) ha desarrollado un fuerte vínculo con jóvenes intérpretes que buscan seguir sus pasos en la música y es una figura clave de la bohemia porteña y principales voces de la cueca porteña. Destaca además en la elaboración de su propio vestuario y el trabajo de promoción de espacios culturales locales, junto con la adaptación al dinamismo de la cultura urbana.
Isabel Pakarati (categoría cultores individuales) es heredera de una tradición ancestral y familiar muy relevante para la cultura Rapa Nui: el Kai Kai, juegos de hilos que relatan y conservan la memoria histórica tanto de la comunidad como de sujetos particulares, donde confluye la tradición oral, el canto y la gestualidad corporal, haciendo de esta manifestación una expresión particular.
La Sociedad de Morenos de Paso está integrada por cultores de una manifestación devocional de origen afrodescendiente que se desarrolla en el poblado de Livílcar, con ocasión de la festividad de la Virgen del Rosario de Las Peñas, manteniéndose vigente por generaciones. Reconocidos también en la categoría comunidades, desarrollan una práctica que ha sido documentada desde sus orígenes y que pese al paso del tiempo ha logrado mantener sin modificaciones sus trajes, bailes y música.