Accidentes caseros, carreteros, en la vía pública, al interior de los colegios… (repiqueteo de un teléfono). Enfermedades graves como paros cardiacos, ACV, fracturas de huesos por caídas, ataques asmáticos… (sonido de sirena de una ambulancia).
A diario el SAMU Litoral Valparaíso recibe un promedio de 500 llamadas telefónicas al 131, y algunas de ellas requieren atención médica con urgencia.
Sin embargo no todas estas situaciones ameritan que este servicio despache una ambulancia con equipo clínico, pues cuadros menos graves deben derivarse a las atenciones primarias (APS) de los diversos recintos hospitalarios de la red del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio (SSVSA).
De ese modo no congestionan la línea de emergencia y el SAMU dispone de espacios para poder atender a los pacientes que sí necesitan ayuda rápida.
En ese sentido, el pasado 2 de noviembre se produjo un importante cambio en la forma en que se gestionan las llamadas de urgencia al número telefónico 131 en la comuna de Casablanca, pues desde ese día éstas son recepcionadas por el Centro Regulador SAMU de Valparaíso, lugar donde un profesional recibe el requerimiento de cualquier persona que necesite una acción médica.
Este nuevo sistema significa que el 131 que es marcado en la comuna de Casablanca, cae directamente al SAMU Litoral, el que por medio de todo un equipo conformado por médicos, técnicos y enfermeros generan priorizaciones a estas llamadas, otorgando un soporte distinto hacia todas las patologías tiempo-pendientes.
Así lo explica el jefe del SAMU Litoral Valparaíso, Seiyhi Kuwahara: “Desde noviembre Casablanca y San Antonio se unieron a nuestro Centro Regulador Unificado a nivel de servicios de salud. Antiguamente los llamados desde ambas comunas entraban a cada uno de sus hospitales, no teniendo una regulación estricta ni registros. Hoy, con el hecho de estar enrutados, lo que significa que estamos unidos, enlazados, todos los números 131 caen a nuestra central, ingresando al sistema de regulación médica de nuestra central”.
Sostuvo que el funcionamiento de este sistema comprende que el llamado “ingresa por los despachadores, call-taker, luego pasa a la regulación de enfermería, posteriormente a la regulación médica para terminar en el despacho del móvil, de acuerdo a la gravedad que el paciente en ese momento tenga”.
“Nosotros —continuó— trabajamos con cuatro niveles de gravedad: ESI1, ESI2, ESI3 y ESI4, siendo el ESI1 cuando se presenta un paciente con patología de tiempo-dependiente o que esté fallecido. El ESI2 corresponde a un paciente que está altamente grave, por lo que necesita atención lo más pronto posible; el ESI3: un paciente que no está tan grave y que quizás puede esperar un poquito más; y un SI4, un paciente que realmente tiene una prioridad bastante baja y que probablemente esa patología pudiese ser resuelta desde la atención primaria”.
Los despachos
Kuwahara comentó que “cada despacho que nosotros hacemos va en nivel de prioridad: 1, 2, 3, 4. Teniendo en cuenta que las patologías 1 siempre van a ser primarias ante cualquier situación, haya sido mucho antes o mucho después de otras llamadas. Es un paciente que necesita un móvil de primera línea con los mejores profesionales para poder darle resguardo a esa vida. Por lo tanto, los invito a que cuando sean categorizados 3 y 4 puedan tener la tranquilidad de que en algún momento serán atendidos, pero teniendo en cuenta que hay otros pacientes que están mucho más graves y que sí necesitan la atención de nuestros móviles de toda la red”.
En tanto que el director subrogante del Hospital San José de Casablanca (HSJC), Juan Correa, señaló “que para todas las consultas de morbilidad y de control crónico, tenemos a nuestro hospital familiar y comunitario, especialmente nuestro consultorio adosado, atención primaria, para utilizar la red en toda su plenitud. Además, contamos con el 131, que es el servicio de urgencia de nuestro Hospital San José de Casablanca, que atiende todas las urgencias de la red, sean éstas accidentes, condiciones específicas en tareas laborales, pero específicamente condiciones de urgencia”.
“Llamamos a utilizar de buena forma este servicio, a usar de buen modo esta red, más cuando estamos empezando nuestra campaña de invierno, nuestro proceso de vacunación. Tenemos que priorizar que las personas que de verdad tengan urgencia, puedan acceder al servicio 131 del SAMU Litoral, que conforma toda la red del sistema de urgencia, y que permite un mayor acceso, con mayor equidad, a las personas que necesiten atención realmente de urgencia”, concluyó.
Modernización
Cabe notar que desde el 2023, en el marco de la creación del Departamento de Gestión de Riesgos en Emergencias y Desastres del SSVSA, se lleva adelante un importante proceso de mejoramiento en los procesos del servicio de medicina prehospitalaria del SAMU.
Dicho mecanismo contempla entre otras acciones: medicalización SAMU; actualización de protocolos de regulación y de intervención clínica; e implementación de un software desarrollado por SAMU Viña que permite contar con una ficha clínica de gestión de llamadas conocida como “E-SAMU”.
Además se alcanzaron los estándares de oferta prehospitalaria que existen en el país, incorporados en plan de desarrollo.
Dentro del mencionado proceso se encuentra el desafío de contar con un centro único regulador de toda la atención prehospitalaria del SSVSA.
En este contexto, hasta octubre del año pasado cuando un usuario en Casablanca marcaba el 131, los llamados eran recepcionados en la urgencia del HSJC, y discriminados de acuerdo a la gravedad de la urgencia para proceder a entregar indicaciones o despachar móvil en caso que sea necesario.