“Veo las imágenes de la época y realmente me emociona. La capacidad de organizarse, de mirar hacia adelante y no quedarnos pegados en el pasado, y en el cómo se enfrentó a un dictador”. Con estas palabras resumió el senador Ricardo Lagos Weber, lo que fue la ceremonia de aniversario de los 30 años del Plebiscito de 1988, fecha recordada por el triunfo del “NO” y que marca un hito en el retorno a la democracia».
Luego de la masiva actividad, el parlamentario dio una mirada optimista sobre cómo desde la oposición se debe afrontar el futuro del país. “Yo soy optimista en la medida en que respetemos nuestro pasado y aunemos fuerzas, porque acá nadie va a hacer solo lo que queda por delante en Chile. Todo eso hay que tratar de recuperarlo, pero eso no significa ir a pedirlo por favor, sino hacer lo que haya que hacer para eso (…); soy un optimista, y yo siento que la derecha no es mayoría en Chile, y los que estamos celebrando los treinta años del NO, algunos con cincuenta y tanto años y otros con treinta, pero sin embargo tenemos algo en común: la aspiración por la igualdad, los derechos humanos, la democracia, y si Chile es lo que es hoy, se debe gracias a su democracia. Estoy muy contento de celebrar estos treinta años”, declaró.
Respecto a la situación coyuntural y política que se vivió hace treinta años, Lagos Weber, recordó sobre todo a las generaciones más jóvenes, la situación de incertidumbre que se vivía en la época, tiempo en que señaló, “el Plebiscito de 1988 no era una elección común en Chile; fue el decir sí o no a la siguiente pregunta: ¿Quiere que Pinochet siga gobernando otros ocho años? Esa era la pregunta. No era nada más que eso, y los que votaron que sí querían que siguiera, y dentro de ellas hay personas que tuvieron responsabilidad dentro del gobierno militar y muchos de ellos hoy día tratan de pasar colados (sic). Yo miro para adelante pero trato que no me pasen gato por liebre (sic); aquí hubo gente que estaba de acuerdo con la dictadura y creen que era lo mejor, no era una elección común y corriente, a tal punto, que luego de ganar el plebiscito, ganar la elección presidencial y parlamentaria, hubo que enfrentar un ejercicio de enlace y un boinazo con Pinochet como comandante en jefe del Ejército. Y Pinochet fue derrotado, que eso es lo importante”.