Comenzó Marzo, las vacaciones comienzan a acabarse y se hace necesario volver a la rutina y los horarios. Para algunos significa reintegrarse a actividades laborales y para otros retomar ritmos de estudio que encontraron descanso durante los días de verano.
Nos tenemos que adaptar nuevamente a una estructura de horarios menos flexible y con mayores exigencias de rendimiento.
Esta transición puede ser un proceso difícil después de los reposados días de vacaciones, pudiendo experimentarse molestias que en la mayoría de los casos son leves y que muchos asocian al llamado síndrome post vacacional.
Síntomas
Según explica Kenneth Fisk, psicólogo de pacientes GES de Clínica Reñaca, parte de Bupa, este síndrome se manifiesta en muchas personas como una dificultad en la adaptación a las actividades cotidianas, laborales o académicas tras finalizar el período de ocio y vacaciones, haciendo más difícil retomar el ritmo y funcionamiento normal en aquellas actividades que realizamos la mayor parte del año.
Por lo general se presenta con mayor frecuencia en contextos urbanos, en adultos-jóvenes de entre 25 y 40 años y particularmente en aquellas personas que tienen características de personalidad que les plantean mayor resistencia al cambio.
Dentro de los síntomas posibles podríamos señalar la sensación de cansancio constante, variaciones en el apetito, molestias estomacales, dificultades en la concentración y variaciones en la calidad del sueño, pudiendo llegar hasta el insomnio o sentir que despertamos cansados por la mañana. En algunos casos taquicardia, dolores musculares, articulares, molestias lumbares, cervicales o dolores de cabeza, según el tipo de actividad a la que debamos reintegrarnos. Se ha comentado sobre fenómenos como la falta de interés, irritabilidad, sensación de inquietud o nerviosismo, dificultades en el manejo del stress y en algunos casos sensación de desmotivación y tristeza o indiferencia respecto de la labor que debemos cumplir. Si bien muchas de estas son reacciones normales y no son señal de alerta, debemos poner atención si se prolongan más allá de 2 semanas.
Recomendaciones
Dentro de las recomendaciones que pueden ayudar en la tarea de volver a la rutina, el psicólogo menciona:
• Adoptar una actitud positiva, asumiendo que pueden haber molestias tras volver a la rutina.
• Programar el retorno con tiempo. No volver de tus vacaciones un día antes trabajar o volver a estudiar.
• Contemplar un período de transición que facilite la adaptación al nuevo ritmo de horarios y actividades.
• Poner atención a las horas de descanso. Duerme al menos 7 u 8 horas diarias. Procura acostarte más temprano, manejando adecuadamente las preocupaciones de los días siguientes.
• Usar herramientas de apuntes para no irse a dormir con temor a que se nos olvide algo importante o pendiente.
• Retomar actividades deportivas y alimentación saludable.
• Abordar las nuevas actividades de forma gradual, determinando aquellas más urgentes o que presenten mayor dificultad, a fin de poder realizarlas de mejor manera.
• Dedicar tiempo a la recreación. Aunque sea inevitable volver a la rutina, asegúrate de dedicar momentos para ti y las cosas que te gusta hacer durante cada día.