Con el objetivo de optimizar la atención y evitar la saturación de los servicios de emergencia, el Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio (SSVSA) reiteró la importancia de hacer un uso adecuado de la red de urgencia.
Claudio Cruz, coordinador del enlace del Subdepartamento Red de Urgencia y del Departamento de Gestión del Riesgo en Emergencias y Desastres del SSVSA, señaló que «la red de urgencia no está compuesta por un solo establecimiento, sino que funciona como una interrelación permanente entre distintos niveles de atención». Este sistema permite derivar casos más complejos al nivel adecuado, garantizando una atención ordenada y eficiente.
Urgencia y Emergencia
Entre las principales orientaciones, destacó la importancia de distinguir entre urgencias y emergencias. Cruz explicó que «para el usuario, cualquier molestia puede ser percibida como una urgencia. Sin embargo, una emergencia se reconoce cuando implica un riesgo vital o la posibilidad de secuelas graves si no se recibe atención oportuna». Por ejemplo, accidentes graves, infartos o dificultades respiratorias severas son emergencias que deben ser atendidas en servicios de urgencia hospitalaria, como el Hospital Carlos Van Buren en Valparaíso o el Hospital Claudio Vicuña en San Antonio. En caso de no poder trasladarse inmediatamente, se recomienda llamar al 131, donde desde el centro regulador, un médico o un enfermero, evaluará la situación y coordinará los recursos necesarios.
Por otro lado, las urgencias menores, como fiebre moderada, heridas leves o dolores menores, deben ser atendidas en dispositivos de atención primaria como los Servicios de Atención Primaria de Urgencia (SAPU) o los Servicios de Alta Resolutividad (SAR), que cuentan con tiempos de espera más reducidos y menor riesgo de contagio de enfermedades. Cruz también mencionó los Servicios de Urgencia Rural (SUR) y las postas rurales como alternativas para comunidades más alejadas.
«En caso de que la complejidad de la consulta exceda el nivel del dispositivo, estos están preparados para derivar internamente al siguiente nivel de atención», aclaró. Por ejemplo, el Hospital San José de Casablanca, al ser un hospital comunitario, estabiliza a los pacientes en caso de urgencias vitales, pero los deriva a centros de mayor complejidad, como el Van Buren, si es necesario.
Linea 131
El Servicio de Salud también reiteró su llamado al buen uso del fono 131 «Este número conecta a los usuarios con profesionales capacitados que evalúan la gravedad del caso y, si corresponde, despachan lo más rápido posible una ambulancia para atender y trasladar al paciente», señaló Cruz. Sin embargo, enfatizó que un mal uso de esta línea, al ser utilizada para casos que no revisten gravedad, puede saturar el sistema y afectar la atención de emergencias graves.
Además, el número de Salud Responde, 600 360 7777, está disponible para consultas generales y orientaciones sobre salud que no impliquen riesgo vital. Este canal permite descongestionar los servicios de urgencia y brindar una atención más oportuna a quienes realmente lo necesitan.
Finalmente, llamó a evitar la saturación de los servicios hospitalarios. «Asistir a un servicio de alta complejidad por problemas menores puede generar congestión y aumentar los tiempos de espera para quienes realmente lo necesitan. Por eso es crucial que la comunidad entienda el concepto de red y utilice los dispositivos adecuados según la gravedad del caso», concluyó.