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En Chile cada 6 de mayo se celebra el Día del Kinesiólogo, fecha que conmemora la publicación de la ley de Colegios Profesionales de 1969. Hoy tras cincuenta años de su creación, éstos trabajadores del área de la salud han tenido que poner en marcha aceleradamente el uso de la tecnología dada la rápida expansión del Covid-19.
El desafío planteado en esta pandemia obliga al sistema sanitario mundial y chileno a hacerse cargo de la contingencia, pero también le exige seguir con las atenciones de otros problemas de salud en un marco de acción donde se debe evitar las aglomeraciones y mantener la distancia social.
En este sentido, el Ministerio de Salud reaccionó oportunamente ampliando la cobertura de Fonasa para ciertas atenciones, así lo comenta la jefa de carrera de Kinesiología de la Universidad Viña del Mar (UVM), Verónica Valdés, quien señala que “en el escenario que estamos viviendo hoy es muy buena noticia que el Minsal haya modificado la resolución exenta N°277 que data del 2011 y permita que un grupo de prestaciones kinésicas puedan ejecutarse vía remota, esto en el contexto de Covid-19”.
Para la académica las soluciones tecnológicas parecen ser la clave en tiempos de crisis “dentro de las tecnologías, la telerehabilitación, se constituye como una eficaz herramienta para las personas ubicadas en localidades apartadas y con problemas de acceso a la rehabilitación. Es por ello que nosotros lo estamos implementando en los procesos de aprendizajes porque estamos convencidos que este es uno de los caminos por recorrer los próximos años y a través de estos prototipos también fortalecemos el compromiso, la responsabilidad social y la vinculación con la comunidad, ejes fundamentales de nuestra carrera. Esta nueva visión del desarrollo disciplinar, espero, sea una de las cuestiones que nos movilicen a la reflexión en este día nacional del kinesiólogo.”
Telerehabilitación
La iniciativa comenzó hace más de un mes cuando el docente de la carrera de Kinesiología de la UVM, Felipe Herrera, llamó a un grupo de adultos mayores con quienes han estado trabajando hace varios años, esto con el fin de saber en qué situación se encontraban. “Al momento de contactarlos pude percibir la vulnerabilidad, el temor y la angustia que tenía la gran mayoría, muchos estaban solos en sus casas, pidiendo nada más que un poco de compañía. De inmediato como carrera generamos una actividad piloto, creando así un equipo de trabajo remoto con los estudiantes de la asignatura de Geriatría y los alumnos que están en la etapa de internado, quienes se han coordinado de manera voluntaria para realizar rutinas a un veintenar de adultos mayores del sector de Recreo y Agua Santa”.
Herrera explica que las sesiones se realizan mediante videollamadas por medio de WhatsApp, dado que es la plataforma más cómoda y efectiva para los adultos mayores, éstas son entre 1 a 2 veces por semana y cuya duración es de una hora.
Por su parte, los estudiantes valoraron la experiencia en contexto de aislamiento social, destacando además el rol de facilitador que han podido desempeñar en cada terapia y evidenciando la motivación de los adultos mayores.
El equipo de alumnos está compuesto por Kevin Campos, Vanesa Fernández, Paloma Zamora, Aquiles Barrientos, Claudio Paz, Cristian Bravo, Daniela Pino, Ángelo González, Melannie Vásquez, Camila Rojas, Milenka Leppe, Marco Acuña y Claudia Muñoz.
