“Este patrimonio inmaterial, que hoy estamos reconociendo, nos constituye, nos da sentido, nos permite tener raíces en el pasado, entender que no partimos de cero y, también, nos muestra un camino hacia delante, un camino hacia el futuro, que es de encuentro, que es de colaboración, que es de diversidades, que es de hermandad”. Con estas palabras, el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, reconoció como Patrimonios Inmateriales a 7 comunidades de expresiones patrimoniales, que conforman el Registro de Patrimonio Cultural Inmaterial, y a 6 Tesoros Humanos Vivos, destacados por sus propios pares por su maestría.
La ceremonia, que contó con la presencia de la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Julieta Brodsky Hernández, y la subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez Dattari, relevó expresiones devocionales, técnicas artesanales tradicionales, conocimientos de la naturaleza y el universo, tradiciones orales y artes del espectáculo, presentes en todo el territorio.
La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Julieta Brodsky Hernández, valoró esta instancia de encuentro. “Cada representante que está presente aquí hoy, es clave en la preservación, transmisión y construcción de la identidad de su territorio. Es fundamental escuchar y aprender de sus saberes y experiencias, para lograr acuerdos de trabajo conjunto y con participación vinculante en pos de la salvaguardia efectiva”, dijo la Secretaria de Estado, quien lideró el diálogo privado que se desarrolló de manera previa a esta ceremonia, con más de 40 cultores y cultoras en el Salón Montt Varas, en la que también estuvo presente la directora Sociocultural de la Presidencia, Irina Karamanos, autoridades regionales de los diferentes territorios.
Expresiones patrimoniales y Tesoros Humanos Vivos reconocimientos
En esta oportunidad fueron destacados los Bailes Devocionales de la Oficina Salitrera Pedro de Valdivia, de la región de Antofagasta; los Portadores del anda de la Fiesta de la Virgen de La Merced, de Isla de Maipo, en la región Metropolitana; la Crianza caprina pastoril del río Choapa, en Salamanca, región de Coquimbo; las Técnicas y saberes asociados a la cestería de coirón y chupón, de Hualqui; la Carpintería de Ribera del Boca Lebu, la Representación del imaginario rural a través de los bordados, de las mujeres de Copiulemu y los Saberes y prácticas de la comunidad de Caleta Tumbes, asociados al rito fúnebre ante la desaparición de pescadores en el mar; estas últimas en la región del Biobío.
Por decisión de sus pares, se entregó la distinción Tesoro Humano Vivo a Luis Alberto Martínez, Humberto José Miguel González Ramírez (Q.E.P.D) y María Cristina Escobar, de la generación emblemática o “Viejos Craks”, de la música de la bohemia tradicional de Valparaíso; a José Eduardo Huerta Serrano, constructor y reparador de ruedas de agua de Larmahue, en la región de O´Higgins; y a un grupo de 8 tejueleros artesanales de la región de Aysén. Además de los cantores a lo poeta de la región Metropolitana, José Manuel Gallardo Reyes y Juan Domingo Pérez Ibarra; y de la región de O´Higgins, Juan Andrés Correa Orellana, Gilberto Acevedo González y Carlos Varas Yáñez (Q.E.P.D).
Son Tesoros Humanos Vivos, también, 11 antiguos músicos de las bandas bronce de Arica y Parinacota de las festividades devocionales de las Sociedades de Morenos de Paso; y 49 alfareras y alfareros de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, en Chillán, región de Ñuble. Esta última se encuentra, actualmente, postulando a la Lista de Salvaguardia Urgente de la Unesco.
Para Rosa Labraña, habitante de Caleta Tumbes de Talcahuano, fue un honor representar a los cultores y las cultoras. “Cultivar nuestros saberes nos hace humildes ante la inmensidad del universo. Nos reconocemos como un proyecto inacabado, que pone en evidencia nuestras propias realidades y nos compromete en la búsqueda incansablemente del fortalecimiento de nuestras tradiciones, para transcender en comunión con un sentimiento profundo de identidad”, señaló la cultora.