Pasaron largo tiempo dedicando sus vida a la educación pública y ahora podrán decir adiós con un esperado incentivo. Se trata de 49 beneficiados, con $580 millones a repartir, de una novedosa propuesta en los servicios de educación pública activos en el país: un retiro asistido amparado en la solicitud de la supresión de horas para docentes y asistentes de la educación.
Una resolución que, para quienes estuvieron detrás de esta gestión en SLEP Valparaíso y también para quienes recibirán estos recursos, va más allá del dinero, tiene que ver con la dignidad, justicia y un profundo sentido social.
Y es que casi la cincuentena de trabajadores que pasarán ahora a retiro, requerían un cambio radical de sus condiciones de vida, por dificultades de diversa índole, principalmente de salud y sociales.
Contexto
Tras el traspaso de los establecimientos y su personal desde la Corporación Municipal al Servicio Local de Educación Pública de Valparaíso, se identificó que existía una dotación mayor al presupuesto. Con esto en mente, al año siguiente se solicitó hacer valer la ley 20.159, de supresión de horas de docentes y asistentes, para que, bajo ciertos criterios, las personas pudiesen optar a una salida compensada.
Como la ley no permite indemnizar salidas de funcionarios, pero sí lo acepta la ley de supresión de horas, se fijaron criterios para esta ida: funcionarios con un mínimo de 60 años de edad y que no hubieran postulado a los retiros formales de jubilación. Hay entre ellos personas con cáncer terminal, con licencias extendidas y que no tienen otra opción.
Así, postularon cientos de personas, quedando finalmente 20 docentes y 29 asistentes, cada uno de ellos tiene un trasfondo, una historia, como un profe que perdió todo en febrero de este año con los incendios u otro con un cáncer terminal que ya no puede seguir y piensa en su familia.
Ejemplos hay varios. Como también el del docente de artes visuales, Carlos Vitali, del Liceo Alfredo Nazar Feres. Allí pasó sus últimos años, en simultáneo con su trabajo en la Universidad de Playa Ancha. Antes también fue parte importante del Liceo María Frack de Mac-Dougall. Una vida ligada a la educación pública.
“Yo lo único que quería era que nos avisaran que habían llegado las autorizaciones. Estábamos muy esperanzados desde el año pasado, y ahora más encima llega en este mes tan simbólico. Fue una alegría tremenda”, comenta.
Ardua tarea
“Somos el primer servicio local que utiliza esta ley para reducir la dotación con contexto social. Fuimos muchas veces al Ministerio, personalmente, para agilizar los trámites. Y lo que hace esta ley es anticiparnos nuestras subvenciones, dineros que podemos utilizar”, complementa Silvana Gutiérrez, sibdirectora de la Unidad de Gestión y Desarrollo de Personas.
“Tuvimos que acreditar la continuidad laboral de cada uno de ellos, que fue muy complejo, porque lamentablemente no fueron entregados todos los documentos desde la Cormuval, entonces tuvimos que reconstruir la historia de cada uno de ellos, con cada cotización…”, dice Marianella Saavedra, profesional de la misma unidad.
Gutiérrez complementa: “Lo mejor de esto es que son profes que adoran la educación, están super agradecidos de poder haber desarrollado su vida acá, pero su salud o temas personales se lo han impedido, pero ellos están super orgullosos de lo que hicieron, en distintos cargos, de trabajar en la educación de Valparaíso”.
En este contexto está Ana Carreño, quien desarrolló largos años de carrera en el Insuco, como inspectora de patio. “Está bien este retiro, porque la mayoría de ellos (postulantes) están enfermos, en una situación mala, donde no pueden terminar su trabajo. Porque cuando el cuerpo se enferma, se enferma también la mente y uno tiene que alejarse de lo que más ama, que es el colegio”, reflexiona.
Pese a que el retiro le provoca sentimientos encontrados, por no poder seguir dedicándose a lo que ama, sobre su experiencia en el Instituto Superior de Comercio, comentó: “El Insuco para mí fue lo máximo, el mejor trabajo de los que tuve, me ayudaron harto, linda gente, excelentes trabajadores, muy humanos. Y los alumnos, si usted les da más atención, los respeta, a usted lo van a tratar con respeto, a los niños solo les falta amor”.
Según se explicó en SLEP, ya está en marcha un segundo proceso con postulantes, que está en evaluación en los organismos competentes, y ahora se abrirá una nueva etapa de para quienes están en lista de espera.