El 80% de la economía rapanui se basa en el turismo. Por eso fue todo un desafío para los isleños lograr reinventarse durante los dos años que duró el cierre impuesto por la pandemia de Covid-19.
Uno de los que lo logró con ingenio y creatividad fue Edgard Hereveri, dueño del hotel Vai Moana, que en español significa Mar Azul.
Para ello apeló a la cultura milenaria y espiritual de la Isla de Pascua, y decidió recrear el Makenu Porinetia, una fiesta polinésica que ofrece al turista una experiencia inmersa en las costumbres locales.
“Este nuevo emprendimiento partió enfocado al turismo local, a los residentes, clientes locales”, dice Hereveri, uno de los 200 ganadores de la IV versión de Impulso Chileno, iniciativa de la Fundación Luksic, que repartió un fondo total de hasta 1.000 millones de pesos.
Tras la apertura de la isla, este producto marca la diferencia respecto de los servicios que ofrecían antes de la pandemia.
“Es muy llamativo porque el pasajero puede participar en esta fiesta polinésica, puede compartir con la gente local, vivir un poco la experiencia y realmente el nivel de montaje que tenemos es de muy buen nivel. Además, pueden disfrutar de una carta con productos locales, con tablas, con pizza, con preparaciones de pescado. Entonces cumple muchos factores que tiene que ver con la economía circular”, dice el emprendedor, quien además ha desarrollado el concepto de “turismo sustentable” en este hotel tres estrellas.
De hecho, está certificado en calidad y sustentabilidad (Sellos Q y S) por el Servicio Nacional de Turismo (SERNATUR). “Hemos desarrollado un concepto de hotel sustentable. Casi el 80% de los residuos del hotel se reciclan y se compactan y se van de nuevo al continente”, detalla.
El premio de $5.000.000 se destinó a la mejora de sus sistemas de audio e iluminación: “Casi el 90% del proyecto está implementado. Hace unos días estrenamos una mesa de audio digital que nos cambió del cielo a la tierra en el tema del audio. Estoy super contento y agradecido”, reconoce Herevere. Y agrega que tras la apertura de la isla y la llegada de vuelos nacionales hay muchos operadores turísticos que están vendiendo esta nueva producción turística.
La experiencia incluye aparimas (danzas femeninas), hokos (bailes guerreros), tangos rapanuis y música contemporánea rapanui con DJ y bandas locales.
“Ahora no solamente tenemos trabajadores dentro del hotel, sino que también hay personas que trabajan en estos eventos los fines de semana y que obviamente aumenta la cantidad de mano de obra. Es decir, el impacto del proyecto ha sido muy bueno, así que agradecido con Impulso Chileno”, recalca.
Asimismo, reconoce que su paso por el concurso de emprendimiento ha mejorado “la calidad de nuestros servicios” y “he aprendido mucho a estructurar mi negocio, a hacer los cálculos, a llevar costos. Aprendizajes que me servirán para mejorar la gestión operacional”.
El hotel —que nació hace 25 años— cuenta actualmente con 29 habitaciones y un estricto protocolo para cuidarse del coronavirus.